Un grupo de migrantes ubicados en el Punto de Atención Social Integral (PASI) de Guana, en la Guajira zuliana, denunciaron haber sido agredidos el pasado lunes 20 de julio por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.
Los migrantes que retornaron al país en medio de la pandemia por la COVID-19 estuvieron protestando debido a que aún no son enviados de regreso a sus estados de origen.
Una de las afectadas exclamó a Radio Fe y Alegría Noticias que según información que le habían dado días antes, este lunes iban a ser dados de alta. “Teníamos todo recogido pero de repente llegaron y dijeron que ya no se iba nadie porque habían 49 positivos”, agregó.
“La gente se alzó porque no es posible que de una prueba PCR vayan a salir positivas 49 personas y ninguna tenga síntomas. La gente se alzó pacíficamente y nos quedamos parados en la entrada cuando llegó un convoy de la guarda y empezaron a echar tiros y bombas lacrimógenas”, narró.
Indicó que “nosotros no sabíamos qué hacer, para dónde correr ni dónde meternos. Estos militares no nos han dado comida ni nada”.
Ella aseguró que exigen ver “los comprobantes de las personas que han dado positivo porque qué tratamiento les van a dar si ninguno siente nada”.
Este PASI está ubicado en el internado Santa Clara de Guana, a unos 30 kilómetros del poblado de Paraguaipoa en el municipio Guajira del estado Zulia.
Otra de las mujeres de este refugio manifestó que “llegaron arremetiendo con todo, lanzaron bombas lacrimógenas, nos dispararon, no nos dejan salir. No soportamos más esto”. Ella además denunció que uno de los efectivos militares “llegó de mala manera” y golpeó a los hombres del refugio.
Además aseguró que el agua que les dan “está podrida”.
Ella aseguró que exigen ver “los comprobantes de las personas que han dado positivo porque qué tratamiento les van a dar si ninguno siente nada”.
Este PASI está ubicado en el internado Santa Clara de Guana, a unos 30 kilómetros del poblado de Paraguaipoa en el municipio Guajira del estado Zulia.
Otra de las mujeres de este refugio manifestó que “llegaron arremetiendo con todo, lanzaron bombas lacrimógenas, nos dispararon, no nos dejan salir. No soportamos más esto”. Ella además denunció que uno de los efectivos militares “llegó de mala manera” y golpeó a los hombres del refugio.
Además aseguró que el agua que les dan “está podrida”.
El periodista y defensor de los Derechos Humanos en la Guajira, Algimiro Montiel, había publicado el mismo lunes en su cuenta de Twitter esta denuncia asegurando que a los migrantes les tenían prohibido grabar dentro del PASI “argumentando que tienen COVID”.
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