Los dueños de peñeros grandes de las zonas pesqueras de la entidad dejaron las embarcaciones como posaderos de aves ante la falta de combustible para salir a sus faenas.
Los trabajadores se cambiaron a embarcaciones más pequeñas que se puedan mover a remo, prefiriendo hacer esfuerzo físico a intentar conseguir gasolina que cada vez está más escasa en la entidad oriental.
De acuerdo con ellos mismos, el litro de gasolina en el mercado negro puede llegar a costar 2 dólares.
Según el vocero de la Asociación de Pescadores del mercado Los Cocos de Puerto La Cruz, Cruz Rivas, en la actualidad una faena nocturna de pesca le deja unos 8 kilos de pescado, cuando antes podía regresar con 100 kilos.
Rivas tiene más de 30 años en el oficio de la pesca y expresó a Radio Fe y Alegría Noticias que “voy para dos meses sin una gota de gasolina. Me he ido a remo (a pescar) varias veces porque no voy a dejar a mis hijos morirse de hambre”.
Combustible solo para algunos
Mientras que Enzo López, quien habita en la aldea de pescadores de Puerto La Cruz, luego de una jornada de arrastre podía regresar con 15 mil y hasta 20 mil kilos.
Pero en la actualidad, con la pesca a remo apenas llega a 5 o 10 kilos, que son insuficientes para alimentar a su familia de 6 miembros.
Sin embargo, muchos pescadores cuestionan cómo, aún con la escasez de combustible, siguen viendo pasear a yates y embarcaciones deportivas haciendo fiestas privadas en el Parque Nacional Mochima, aún con las restricciones por la cuarentena social.
Las autoridades de Inparques se han hecho eco de estas denuncias.
Para los trabajadores de la pesca existen muchas irregularidades con el suministro de gasolina que deben subsanarse para poder garantizar su faena laboral y con ella, los productos del mar a la población.
Fe y Alegría Noticias
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