En medio de la emergencia sanitaria y el recrudecimiento del conflicto la edición 33 de la Semana por la Paz recobra mayor importancia
La edición 33 de la tradicional Semana por la Paz en Colombia, iniciativa promovida por la Iglesia para visibilizar las acciones en pro de la cultura del encuentro, fue lanzada este 20 de agosto en medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus. Por primera vez en su historia se realizará en modalidad virtual e iniciará el próximo 6 de septiembre hasta al 13 de septiembre.
Además de la pandemia, en las últimas semanas Colombia ha vivido un recrudecimiento sistemático de la violencia, donde las principales víctimas han sido menores de edad, por ello Héctor Fabio Henao, director de Cáritas Colombia, en rueda de prensa, ha mencionado que en “este año tan difícil, la semana por la paz se celebra en medio de unas circunstancias muy especiales” que han conmovido al país.
Entre las cuales –añade el presbítero– se encuentran “los asesinatos de miles de personas, entre ellos: defensores de derechos humanos y personas comprometidas con el tema de la paz”, por ende “si no somos capaces de frenar toda esta oleada de violencias, vamos a dejar perder entonces un momento crucial de la historia y se van a agravar peligrosamente las condiciones de la pandemia”.
Seguir dando pasos por la paz
Óscar Urbina, presidente de los obispos y arzobispo de Villavicencio, saludó la iniciativa y en un mensaje ha recordado las palabras del papa Francisco durante su visita al país cuando “en el parque Maloca de Villavicencio decía, queridos colombianos no se resistan a la reconciliación para encontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de tender puentes, limar diferencias”.
El prelado ha dicho que desde la diversidad y pluralidad del país “nos proponemos dialogar y reconocer los esfuerzos que desde todos los niveles se hacen por la paz”, por ello “hemos propuesto como lema el reencuentro es con la paz, movámonos, pues hace tres años nos propusimos dar el primer paso”.
“Todos formamos parte de la misma nación inmensa y promisoria de oportunidades y cada uno tenemos algo que ofrecer. Aceptarnos trae la alegría y libertad que necesitamos para sanar las heridas. La paz es una tarea confiada a la responsabilidad de todos”, ha mencionado.
Ni obsesión ni ilusión
Además Urbina ha recalcado que la paz “no es una obsesión ni una ilusión”, al contrario “es una certeza y una esperanza” en momentos cuando “padecemos también la pandemia”, por tanto “la paz será compañera inseparable para sacarnos adelante en estos momentos complejos y difíciles”.
Ha pedido a los colombianos a “no dejarnos ser prisioneros y traspasar las fronteras de grupos egoístas y cerrados en sí mismos”, por ello “la cultura del encuentro implica escuchar a los otros con ternura y bondad”, puesto que “el reverso del amor es la indiferencia”.
El arzobispo invita a formar a las futuras generaciones para que la paz pase “del plano individual al social y comunitario” y como tal se convertirá en acción que incidirá en todos los campos de la vida pública.
Vida Nueva
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