El Obispo de la Diócesis de Margarita, Mons. Fernando Castro, ha indicado las medidas con las que se llevará a cabo la celebración de las ya próximas festividades en honor a Nuestra Señora del Valle, considerada la patrona del Oriente de Venezuela y, en especial, de la isla Margarita, donde se encuentra la Basílica Menor que acoge su imagen.
Las festividades en honor la Virgen del Valle inician con la bajada de la sagrada imagen en la Basílica del Valle del Espíritu Santo que tendrá lugar el primero de septiembre, mientras que la fiesta central se realizará el 08 de septiembre.
La pandemia de Covid-19 no ha dejado espacio a la religiosidad popular que quiere honrar, como cada año, a su patrona en las calles. Para evitar las concentraciones de personas y prevenir contagios comunitarios, se ha dispuesto que las celebraciones sean a puerta cerrada y que solo asistirán las personas indispensables para el desarrollo y la transmisión de la Santa Misa, por lo que Mons. Castro pide “que cada hogar se convierta en un templo”, que a través de las transmisiones por los medios de comunicación, festejen con devoción a la Virgen del Valle.
El rector de la Basílica, padre Enmanuel González, llamó a los fieles a festejar con devoción a su patrona. “Los invitamos a vivir la fe desde sus hogares, en familia, unidos en la oración, recordando a la madre de nuestro señor Jesucristo, la Virgen María, en esta advocación de Nuestra Señora del Valle, como se ha hecho con todas las celebraciones litúrgicas a lo largo de este tiempo de pandemia”, expresó.
Miles de peregrinos acuden al Santuario de la Virgen del Valle de Margarita, cerca de Porlamar, capital del estado. Las festividades duran varios días y en cada uno de ellos la Virgen luce un bello traje diseñado con las telas donadas por sus devotos. Su advocación se remonta a los inicios de la conquista, cuando los españoles que habían fundado la ciudad de Nueva Cádiz, en la vecina la isla de Cubagua, encargaron traer de España una imagen de la Inmaculada Concepción para poner bajo su protección, a la pequeña ciudad enriquecida vertiginosamente por la extracción de perlas.
Una década después de su llegada, el 25 de diciembre de 1541, un huracán arrasó Nueva Cádiz, pero la imagen de la Virgen se salvó milagrosamente y fue trasladada a la isla de Margarita. Allí fue colocada en la ermita de una hacienda rodeada de montañas, protegida de nuevos cataclismos. Con el paso del tiempo el lugar dio el nombre a la imagen, que comenzó a llamarse la Virgen del Valle. Es tradición que los orientales, de mar y tierra tengan dentro de sus casas un altar con la imagen de la Virgen del Valle. El templo que hoy alberga la imagen se construyó entre finales del siglo XIX e inicios del XX y fue elevado al rango de “Basílica Menor” por el papa Juan Pablo II en 1995.
Vatican News
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