Frazadas, leche, comida enlatada, cereales, agua, pañales, y artículos de aseo personal son los insumos solicitados por el obispo de esa diócesis de frontera que solo en lo que va de año ha recibido a más de 1.500 migrantes -entre ellos ancianos, embarazadas y niños- casi todos venezolanos.
“Porque Jesús, María, y José, también fueron migrantes” es la campaña lanzada por la Diócesis de Iquique en respuesta a la gran crisis migratoria que afecta particularmente a esa región de frontera, donde provenientes de Bolivia, han ingresado cerca de 3600 inmigrantes, 1400 sólo en las últimas semanas, en su mayoría venezolanos. Desde este 8 y hasta el 12 de febrero, en la sede del obispado se estarán recibiendo artículos de todo tipo, frazadas, leche, comida enlatada, cereales, agua, pañales, y artículos de aseo personal.
En un videomensaje Monseñor Guillermo Vera llama a la población a manifestar nuevamente su solidaridad con estos migrantes que se encuentran en situaciones complejas, en las calles y plazas de la ciudad, desprovistos de los más esenciales productos de la dieta diaria y la higiene personal , y a merced del frio polar de las noches y el tórrido calor seco del desierto. Una situación que el prelado compara con la familia de Nazaret en su exilio en Egipto.
“Esta situación, nos recuerda que ellos tuvieron que migrar, dejar su hogar, donde muchos les cerraron las puertas, los menospreciaron, sin embargo, también hubo gente bondadosa que les tendió una mano cuando más lo necesitaban”, dice mons. Vera en su mensaje.
Durante este periodo – informa una nota del obispado – Iquique vive momentos muy complicados, y no sólo debido a esta pandemia, sino, también por una crisis migratoria compleja, en donde “familias completas, mujeres embarazadas o con niños pequeños, están pasando frío, hambre, y sed”. La Diócesis ha realizado distintas campañas solidarias en las cuales se han podido entregar cajas familiares, ayuda médica y psicológica, y un gran trabajo en los diferentes comedores solidarios que, hasta el día de hoy, siguen activos por la labor que brindan distintos agentes “con mucho esfuerzo, compromiso y amor”.
El ingreso irregular de inmigrantes, en su mayoría venezolanos, a Chile desde Bolivia en enero se multiplicó diez veces respecto al mismo mes del año pasado. Miles de inmigrantes caminan desde Bolivia por el inhóspito altiplano andino, a unos 3.600 metros de altitud, soportando temperaturas extremas y desafiando la pandemia de covid-19. En la frontera, las autoridades han trasladado a una parte de los inmigrantes en autobuses hasta refugios y residencias sanitarias de Iquique, pero otros llegan caminando y acampan en plazas y playas. Desde 2014, medio millón de venezolanos han llegado a Chile para escapar de la crisis sociopolítica y humanitaria de su país.
Vatican News
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