El anuncio de la visita del Papa Francisco a Sudán del Sur y a la República Democrática del Congo ha causado una gran alegría en los dos países. Fides ha recogido algunos testimonios del este de la RDC, una zona atormentada por décadas de guerra de guerrillas.
“Hemos recibido con gran alegría la noticia de la visita del Papa. Lo que era un rumor pronto se convertirá en realidad. Viene a rezar con nosotros y a dar una presencia de consuelo y ayuda. Sí, sólo los ojos que han visto saben llorar”, dice a la Agencia Fides el P. Justin Nkunzi, Director de la Comisión Diocesana ‘Justicia y Paz’ de Bukavu. “El Santo Padre tendrá un Evangelio abierto ante sus ojos. Hemos sobrevivido a la Covid y a la guerra con sus corolarios.
De Ituri a Beni, Goma, Bukavu, Uvira, la población aspira a la paz, a una verdadera cohesión social. Nuestra diversidad es una posibilidad de crecimiento, y quienes nos manipulan para dividirnos mejor y saquear nuestros recursos naturales, son cobardes y deben aprender de este peregrino, amigo de las periferias existenciales, con su sencillez y su sonrisa que acoge y reconcilia”, concluye el P. Nkunzi.
La visita del Papa a la RDC “es un signo de unidad, que nos hace sentir parte de una sola Iglesia”, dice una religiosa congoleña de Bukavu. “Es una muestra de ternura y atención a nuestro pueblo, que sigue sufriendo mucho. En un momento en que algunos tienen miedo de venir al Congo por la inseguridad, el Papa se anima a venir. Nos da ánimo”.
“Esta es una muy buena noticia para miles de generaciones jóvenes que sólo siguen las visitas del Papa por televisión. Es un acontecimiento histórico y nostálgico para todo un pueblo y para una determinada generación que vivió la última visita del Papa Juan Pablo II al entonces Zaire, en mayo de 1980”, afirma el Presidente de la Sociedad Civil de Kivu del Sur, Adrien Zawadi.
“La Sociedad Civil espera que la visita del Santo Padre nos traiga un fuerte mensaje de esperanza y de verdadera paz en toda la región de los Grandes Lagos, desgarrada por guerras fratricidas y escenas crueles que niegan la santidad de la vida. Además del llamamiento a la reconciliación en la región de los Grandes Lagos, el Papa Francisco trae una oración de apoyo y consuelo a la población congoleña injustamente martirizada en el este de la RDC (Beni, Ituri, Kivu del Norte, Kivu del Sur, Tanganica, Maniema)”.
“El Santo Padre podría haber ido a uno de los países vecinos donde se cree que hay infraestructuras adecuadas para darle una cómoda acogida, pero no, ha elegido venir a un país, el nuestro, que es muy criticado por su forma de gobernar: esto ya es un fuerte mensaje de ánimo por el que damos las gracias al Santo Padre”, concluye el Presidente de la Sociedad Civil de Kivu del Sur.
Con información de Agencia Fides
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