El 14 de agosto ha sido un domingo negro para la Iglesia Católica en Nicaragua, con 3 sacerdotes atacados por la dictadura de Daniel Ortega, en el poder desde hace 14 años.
La Diócesis de Siuna informó que el P. Oscar Benavidez, párroco de la Parroquia Espíritu Santo en la localidad de Mulukukú fue detenido por la policía de manera arbitraria.
“Desconocemos las causas o motivos de su detención y esperamos que las autoridades nos mantengan informados”, señala un comunicado de la Diócesis.
En el texto se alienta a orar por el sacerdote, cuya “única misión es y ha sido la de anunciar la buena nueva de Jesucristo, que es palabra de vida y salvación para todos”.
ACI Prensa se contactó este lunes 15 de agosto con la parroquia del P. Benavidez, en donde precisaron que la policía detuvo al sacerdote alrededor de las 5:50 p.m. (hora local).
“Andan patrullas con antimotines en el pueblo”, alertaron, e indicaron que la parroquia no cuenta con otro sacerdote para la atención pastoral de los fieles.
Dos sacerdotes prohibidos de salir a recibir a la Virgen de Fátima
El domingo, la dictadura también realizó un operativo policial para impedir que dos sacerdotes asistieran a la Catedral de Matagalpa para recibir la imagen de la Virgen de Fátima destinada a la Diócesis y que fue entregada en Managua el sábado.
“Esta mañana, el Padre Erick Díaz, párroco del Tuma, ha sido visitado en su parroquia por la policía para notificarle que tiene prohibido movilizarse a Matagalpa el día de hoy al recibimiento de la Virgen peregrina de Fátima”, indicó la Parroquia San José Obrero en su cuenta de Facebook.
“Las patrullas policiales están en el empalme de este pueblo requisando y devolviendo a todos los que se dirigían a la fiesta Mariana en la Catedral de Matagalpa”, agregó.
El P. Fernando Calero, párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, indicó por su parte que el domingo fue “detenido por la policía en El Tuma, nos han revisado, nos han quitado los documentos de la camioneta” y la licencia de conducir
“No nos permitieron ir a la Santa Eucaristía a Catedral”, aseguró.
Estas prohibiciones agudizan la crisis en Matagalpa, donde la policía mantiene retenido al Obispo Rolando Álvarez desde el pasado 4 de agosto.
El Prelado está impedido de salir de la sede del Obispado junto cinco sacerdotes, dos seminaristas y tres laicos. La casa se encuentra rodeada por policías y es sobrevolada con drones.
Santa Sede pide encontrar caminos de entendimiento
La OEA condenó a Nicaragua por su “acoso” contra la Iglesia católica, el “cierre forzoso” de las ONG y la “persecución” de la prensa, e insistió a fin de que el gobierno de Daniel Ortega libere a los presos políticos. Intervención del observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos, monseñor Juan Antonio Cruz Serrano.
La Organización de Estados Americanos, OEA, condenó el viernes 12 de agosto a Nicaragua por su “acoso” contra la Iglesia católica, el “cierre forzoso” de las ONG y la “persecución” de la prensa, e insistió a fin de que el gobierno de Daniel Ortega libere a los presos políticos.
27 votos a favor de los 34 miembros activos
La resolución sobre la situación en Nicaragua – presentada por Antigua y Barbuda – fue aprobada con 27 votos a favor de los 34 miembros activos, uno en contra (San Vicente y las Granadinas) y cuatro abstenciones (Bolivia, El Salvador, Honduras y México). Las delegaciones de Colombia y Nicaragua estuvieron ausentes.
Declaración del observador permanente de la Santa Sede
En su intervención, el observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos, monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, durante la sesión extraordinaria del Consejo permanente de la OEA celebrada en su sede de Washington, dirigiéndose a la presidenta, afirmó:
La Delegación de la Santa Sede toma nota de la convocación de esta Sesión extraordinaria del Consejo permanente sobre “la situación en Nicaragua”, en la que se ha aprobado la resolución “la situación en Nicaragua”.
En ella se hace referencia a personas e instituciones de la Iglesia católica, como también a otros actores políticos y sociales, que se ven afectados por lo que está sucediendo en aquel país.
La Santa Sede no puede dejar de manifestar su preocupación al respecto, mientras asegura su deseo de colaborar siempre con quienes apuestan por el diálogo, como instrumento indispensable de la democracia y garante de una civilización más humana y fraterna.
En tal sentido, la Santa Sede hace un llamado para que las partes puedan encontrar caminos de entendimiento, basados en el respeto y en la confianza recíproca, buscando ante todo el bien común y la paz.
Vatican News / ACI Prensa
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