Juan Bautista Scalabrini y Artemide Zatti: los dos santos de Iglesia

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Dos nuevos santos,

Este domingo 9 de octubre de 2022, Juan Bautista Scalabrini y Artemide Zatti ha sido declarados santos. por lo que es bueno conocerlos, saber de su historia y testimonio de vida que les llevado a destacar dentro de la Iglesia Católica.

Obispo Juan Bautista Scalabrini

¿Quién fue el Obispo Juan Bautista Scalabrini?

Giovanni Battista (Juan Bautista) Scalabrini nació en la provincia de Como, Italia, el 8 de julio de 1839. Ingresó al seminario en 1857 y recibió la ordenación sacerdotal el 30 de mayo de 1863.

Después de haber ocupado los cargos de docente y rector en el seminario menor de Como, fue nombrado en 1870 párroco de San Bartolomeo, en la misma ciudad. A la edad de 36, el 12 de diciembre de 1875, fue nombrado Obispo de Piacenza.

Durante 29 años realizó un intenso apostolado en esta diócesis. Logró aumentar el número de seminaristas y renovó la formación en los tres seminarios de su jurisdicción. También se le reconoce por ser un gran maestro del Catecismo: inclusive el Papa Pío IX una vez describió a Scalabrini como “el apóstol del Catecismo”.

El obispo también es recordado por fundar un diario diocesano, por cuidar a los pobres y ancianos, ser impulsor de la adoración Eucarística y protector del correcto canto litúrgico.

Desde que era párroco de San Bartolomeo en Como, al ver las difíciles condiciones de las primeras migraciones masivas a América, especialmente a Estados Unidos y Brasil, el Beato se comprometió a dar a conocer esta realidad a las autoridades eclesiásticas y estatales y sensibilizar a la opinión pública.

Para asistir y proteger a los migrantes, fundó la Congregación de los Misioneros de San Carlo Borromeo en 1887. Algunos años después, en 1895, fundó la rama femenina: la Congregación de las Misioneras de San Carlo Borromeo.

Mons. Scalabrini realizó una intensa actividad con conferencias y publicaciones a favor de los emigrantes.

Estaba convencido de la necesidad de que las instituciones acompañen el camino de los migrantes en todas sus etapas, cuidando de no cortar abruptamente los lazos culturales con la patria, manteniendo la lengua materna como vínculo de unidad con los demás compatriotas.

Además, creía que la migración podría provocar el desequilibrio entre los países de origen y de destino.

En los últimos años de su vida, el Beato Scalabrini visitó personalmente a emigrantes y a sus misioneros en Estados Unidos y Brasil. En 1901, fue recibido en la Casa Blanca por el presidente Theodore Roosevelt.

De regreso en Italia, agotado por sus fuerzas, murió en Piacenza el 1 de junio de 1905.

Fue proclamado Beato por San Juan Pablo II, el 9 de noviembre de 1997.

Artemide Zatti

San Artemide Zatti

​​Nació en Boretto, Italia, el 12 de octubre de 1880. Desde los nueve años tuvo que empezar a trabajar para llevar un poco de dinero a su casa, pues su familia era muy humilde. En 1897, a causa de la lamentable situación económica, tuvieron que emigrar a Bahía Blanca, Argentina.

Allí, él frecuentó una asociación escolar que estaba dirigida por los salesianos. Poco a poco fue percibiendo en su interior una especial sintonía con la vocación religiosa salesiana, hasta que en un momento decidió optar por consagrar su vida al Señor como hermano coadjutor, siendo admitido en 1900 en la Casa de Bernal como aspirante por Monseñor Cagliero.

Después de un tiempo, se le confió a los cuidados de un joven sacerdote tuberculoso; experiencia que hizo que contrajera la enfermedad. Así, ingresó al Hospital de San José, dirigido por un sacerdote y médico llamado Evaristo Garrone; asistiéndolo en sus necesidades.

Artémide le hizo una promesa a María Auxiliadora, que fue consagrar su vida a los enfermos, en caso de curarse. Luego, contra todo pronóstico médico, sanó y pudo cumplir su promesa, ocupándose primero de la farmacia del hospital, y más adelante, a raíz de la muerte del Padre Garrone, asumiendo la completa responsabilidad del hospital.

Siempre vivía dedicándose plenamente a sus enfermos, a quienes siempre visitaba diariamente. Se le llamaba “el infatigable enfermo” o “el amigo de los pobres”; pasó 50 años de su vida trabajando en el hospital.

En 1913, Artémide fue el alma de la construcción del nuevo hospital, que permitió acoger y cuidar a más enfermos. En el año 1950, luego de caer por una escalera, tuvo que guardar reposo, parando así su labor por un tiempo. Poco después se le declaró un cáncer del que murió el 15 de marzo de 1951 en Viedma a los 70 años.

Él se entregaba a los demás sin cálculo ni medida, pues veía en cada enfermo al Señor mismo. Sus “órdenes” a la enfermera han quedado en las memorias de todos: “Prepare un lecho para el Señor”, “¿Tienes sopa caliente y vestidos para un Jesús de 10 años?”.

Una vida desbordante de bondad y de dulzura, a tal punto que todos llamaban a esta bella figura de salesiano coadjutor “un ángel que se hizo enfermero”. Habiéndose obtenido un milagro por su intercesión, fue declarado venerable por Su Santidad Juan Pablo II en 1997 y beatificado el 14 de abril de 2002.

 

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