El Papa recibió a los participantes del congreso mundial UNIAPAC

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Fue en la audiencia de este viernes, en un encuentro internacional para líderes empresariales que se celebra en el Vaticano bajo el título “El valor de cambiar, crear una nueva economía para el bien común”. Dirigió sus palabras diciéndoles “el éxito es un don de Dios”.

En primer lugar, pidió a los presentes “no olvidar nunca que todas nuestras capacidades, incluido el éxito en los negocios, son dones de Dios y deben orientarse claramente al desarrollo de los demás y a la eliminación de la pobreza”.

En esta línea, defendió que “la verdadera valentía también requiere que seamos capaces de reconocer la gracia divina en nuestras vidas”.

El Papa Francisco también dijo a los empresarios que el mundo necesita urgentemente “una economía diferente, que haga vida y no mate, que incluya y que no excluya”.

“Toda persona tiene derecho a participar en la vida económica y el deber de contribuir, según sus capacidades, al progreso de su país y al desarrollo de la economía”, señaló el Papa.

Asimismo, aseguró que los empresarios están llamados a “actuar como fermento para que el desarrollo llegue a todas las personas, pero especialmente a las más marginadas y necesitadas, para que la economía pueda contribuir siempre al crecimiento humano integral”.

Para el Santo Padre, el trabajo “debe entenderse y respetarse como un proceso que va mucho más allá del intercambio comercial entre empresario y empleado”.

Además, dijo que “un trabajo que no cuida, que destruye la creación, que pone en peligro la supervivencia de las generaciones futuras, no es respetuoso con la dignidad de los trabajadores y no puede considerarse decente”.

“Por el contrario -continuó el Pontífice-, el trabajo que se preocupa por contribuir a la restauración de la plena dignidad humana, ayudará a garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras. Y esta dimensión del cuidado incluye, en primer lugar, a los trabajadores”.

A modo de conclusión, animó a los presentes a apoyar a los jóvenes y a “caminar con ellos, enseñarles y aprender de ellos; y, juntos, dar forma a una nueva economía para el bien común”.

Tomado de ACI Prensa