La celebración fue presidida por el Presbítero Jorge Dos Passos, rector de la casa de formación, y contó con la participación de fieles y seminaristas.
A las 10:30 am. se daba inicio al rezo del Santo Rosario en la Capilla del Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino, que concluyó con el canto del Salve Regina por parte de los aspirantes al sacerdocio. Seguidamente se inició la Eucaristía Solemne en honor a Ntra. Sra. de Chiquinquirá, al son de la gaita interpretada por los Gaiteritos de La Portuaria.
En su homilía, el sacerdote recordó el momento en que Cristo en la Cruz entregó a María a su discípulo amado: “María nos fue entregada como Madre, veamos en Ella el mensaje de la salvación, busquemos guiarnos por Ella y los Santos, nuestros modelos”.
Continuó diciendo: “María visitó a Isabel, siendo la primera evangelizadora al llevar en su vientre a Cristo, el Santísimo, por las calles de su pueblo”. Continuó exhortando ahora a los presentes a “seguir el testimonio que María tiene para todos, debemos proclamar la obra que Dios ha tenido en nosotros (…) tenemos que contarle al mundo que Dios está vivo”, “no nos quedemos en una veneración de pedir algo y a cambio te doy mi devoción. Los católicos llevamos en nuestro corazón a Dios y profesamos la Fe participando del Rosario, la Misa, los Sacramentos (…) No compramos las cosas del Señor, las vivimos, hacemos oración, y así tenemos muchas cosas por hacer. Pidámosle a Cristo que venga a habitar en nuestras vidas con la Comunión y las enseñanzas sagradas, así como lo hizo María”.
Prosiguió diciendo: “Debemos buscar otra Isabel que esté necesitada de nosotros (…) la presencia de Dios en nuestras vidas nos debe llenar de alegría, que debemos de transmitirla siempre, interiorizarla, a pesar de estar en un mundo donde las malas noticias abundan”.
Para concluir su predica se refirió a María como “la que canta lo que Dios puede hacer en la vida de aquel que dice Sí, La Chinita es como la voz de Dios que dice al Zulia: Aquí también está tu Madre, Ella es quién nos llevará por el camino de la salvación (…) la pintura se transformó para convertirse en el centro de la renovación de la fe en estas tierras, porque el Señor utiliza los instrumentos más sencillos -la tablita- para renovar al mundo”.
Antes de la bendición final, se rezó una oración por el aumento de las vocaciones sacerdotales, religiosas, misioneras y laicales en la Arquidiócesis marabina, para lo cual se repartieron estampitas a todos los fieles. Seguidamente, los gaiteros entonaron las composiciones “Reina Morena” y “Señora de mis pensamientos” concluyendo así la celebración.
En el Seminario se venera una réplica de la Virgen de Chiquinquirá en el nicho lateral izquierdo, recibiendo las oraciones de los fieles que asisten a este recinto sagrado.
Allan Sillie
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