En su homilía en la Eucarística que presidió este viernes desde la plazoleta de la Basílica de Nuestra Señora de Rosario de Chiquinquirá el zuliano Monseñor Edgar Peña, que ejerce el cargo sustituto de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado en el Vaticano, en la que destacó como puntos principales la Familia, los Jóvenes y la Paz.
Mons. Edgar Peña, ante la multitud de zulianos y devotos congregados para celebrar los 313 años del milagro de renovación de la imagen de la Virgen de Chiquinquirá, clamó a la patrona del Zulia, por la Paz de Venezuela y el mundo.
“El Papa Francisco ha dicho, en reiteradas ocasiones, que vivimos prácticamente en una guerra, en una tercera guerra mundial, vivida a pedazos, actualmente hay más de 100 países en conflictos armados, por eso necesitamos desde aquí desde esta basílica, en frente de nuestra madre de Chiquinquirá pedir por la paz en Venezuela, pedir por la paz en el mundo, especialmente en aquellos lugares que más lo necesitan, recordando que la paz crece con el perdón y con la reconciliación”, dijo Monseñor Peña.
Pidió además el Prelado desde Maracaibo que “quieres protegemos a la familia, defendámosla de todo lo que compromete su belleza. Acerquémonos a este misterio del amor con asombro, con discreción, con ternura y comprometiéndonos a salvaguardar sus preciosos y delicados vínculos entre hijos, padres, abuelos. Necesitamos estos vínculos para vivir y para vivir bien, para ser de toda la humanidad una humanidad más fraterna y más estable que todas las fuerzas de la sociedad”.
Monseñor Edgar Peña pidió a todos los cristianos que se comprometan a cuidar, proteger y defender la familia, “ponemos esto en manos de la Virgen de Chiquinquirá, nuestra madre”.
“Cuidemos a los jóvenes que son el futuro de nuestro país, Venezuela, y de toda la humanidad”, dijo Monseñor Peña y refiriéndose a los jóvenes presentes, exclamó: “pido a la Virgen de Chiquinquirá que les dé mucha fortaleza en la fe, que les conduzca a Jesucristo, porque como decía el gran Papa Juan Pablo II, solo en ustedes encontrarán la fortaleza en la fe que les conduzca Jesucristo, porque solo en él encontrarán respuesta a todas sus inquietudes y anhelos, solo Jesucristo puede apagar la sed de sus corazones”.
Refirió de igual manera animando a los presentes “La fe cristiana nos enseña que vale la pena trabajar por una sociedad más justa, que vale la pena defender al inocente, defender al oprimido”.
La Grey Digital