¿Sabías que el canto: “Ven, ven, señor, no tardes”, no es litúrgico?

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Cortesía de El Guardián Católico

El domingo 27 de noviembre de 2022, inició el Primer Domingo de Adviento, un día antes, se realizó este taller para conocer los criterios del Magisterio de la Iglesia sobre la música litúrgica.

El canto “Ven, ven, Señor no tardes”, se escuchará en buena parte de las iglesias católicas del mundo para dar la bienvenida al Tiempo de Adviento y clamar por la venida de Nuestro Señor Jesucristo. Es uno de los cantos más populares que interpretan los ministerios de música y coros parroquiales en las misas de la Iglesia Católica.

Ananí Vázquez, una reconocida agente de evangelización en la iglesia diocesana de Guarenas, alertó sobre este y otros errores que con frecuencia son cometidos por la feligresía católica. Fue en el III Taller para músicos católicos, que el sábado 26 de noviembre, se dictó en la Parroquia Nuestra Señora de Coromoto, en Guarenas, organizada por el Ministerio de Música “Divino Niño”, que dirige Daniel Benítez.

Pese a que este famoso canto se entona en casi toda la iglesia, hay un detalle, tal vez, desconocido para la mayoría: no es un canto litúrgico y sus orígenes lo acercan a otras consideraciones distintas a la fe católica.

Aunque la letra está adaptada al Evangelio, la música de “Ve, ven, Señor, no tardes”, es una parodia que evoca otras cosas se ha tenido como propia dentro de la iglesia. Erróneamente, se repite desde hace muchos años.

Según el listado que Vázquez presentó, el canto está tomado de “Go Tell It on the mountain” que es una música negro espiritual, del tipo Gospel que, si bien tiene valor para esa religión, no es de la liturgia católica. Son cantos que se disfrazaban de música protestante, pero eran canciones de escape, según la referencia.

Además de ésta, el listado de canciones con otras características que las alejan de la liturgia católica, sorprendentemente, sobrepasan las 130, mayormente de origen protestante en sus diferentes confesiones que son miles.

Falta de formación en música litúrgica

Errores como este se deben a la falta de una sólida formación en la música y la liturgia católica. Una parte de esta responsabilidad recae en los propios músicos que, por costumbre, no investigan los orígenes de estos cantos y los repiten sin un sentido de creatividad hasta que se hacen parte, equivocadamente, de la liturgia eclesial.

También, es consecuencia del poco interés en formar sobre la liturgia vinculada a los cantos por parte de los sacerdotes, aunque en los seminarios reciben nociones sobre estas áreas y algunos, incluso, se especializan como liturgos.

Los asistentes plantearon la necesidad de que existan lineamientos claros, actualizados y adaptados al ámbito diocesano y parroquial para evitar caer en estos y muchos otros errores durante la misa.

El taller tuvo mucha amplitud en cuanto al sentido de la música dentro de las celebraciones litúrgicas y las características y valores de los músicos católicos, entre otros aspectos, que luego se darán a conocer de manera más amplia en mis portales.

¿Cuál es el criterio supremo para seleccionar los cantos en la Liturgia? 

Durante la ponencia, Ananí Vázquez explicó que el criterio supremo para la selección de un repertorio es que los cantos, por sí mismos, proclamen y/o anuncien la fe de la Iglesia.

“Hay que comprender que no todo canto sirve para favorecer la experiencia religiosa ni mucho menos para expresar la fe común. Hay cantos que tienen un lenguaje inapropiado o están fuera de contexto”, dijo sostenido en algunas diapositivas elaboradas a partir de los documentos del Magisterio de la Iglesia.

“Los cantos han de ser educadores de la fe: cantos propios, cantos apropiados, cantos para los tiempos litúrgicos, para las grandes solemnidades”, expuso.

De igual manera, desde la perspectiva de la Iglesia Católica detalló algunos criterios:

1.- Criterio de sacralidad: En este aspecto habló de los cantos compuestos y dedicados exclusivamente a la celebración litúrgica: Santa Misa, Sacramentos, sacramentales, Liturgia de las Horas. “Que no sean cantos con sabor profano, ni que éste se insinúe en las melodías con que viene presentada. Han de ser distintos de los cantos religiosos no litúrgicos”.

2.- Criterio de religiosidad. Sostiene que la música es también para el hombre, no en cuanto lo entretiene o deleita, sino en cuanto le ayuda a adquirir y vivir una actitud religiosa ante Dios; expresar su fe, recibir la Palabra de Dios, dar gracias, rendir alabanza, expresar arrepentimiento, confianza, súplica, etcétera. “Se deben desterrar los cantos que disgregan, disipan, desconcentran, molestan o entretienen sin más, en su letra, música o ejecución”.

3.- Criterio de permanencia. Dijo que se debe evitar la transitoriedad que es característica de la música popular actual. “Es necesario decantar y difundir lo bueno”.

4.- Criterio artístico. “La música tiene que ser bella, con la belleza de la noble sencillez, al alcance de todos. Hay que evitar la música vulgar, intrascendente, lo simplemente rítmico y pegadizo que deja el corazón vacío”, acotó Ananí en la parroquia Nuestra Señora de Coromoto de Guarenas.

5.- Criterio comunitario. Los cantos deben corresponder a quien celebra: una comunidad concreta de vida, que tiene una cultura, una formación cristiana, una cultura musical, etcétera, siempre como expresión de oración de todos los que tienen un mismo bautismo y una sola fe, que les lleva a ser fuertes en la fe y a manifestar que son universales, parte de la única Iglesia fundada por Cristo.

6.- Criterio eclesial. Los cantos deben expresar la fe de la Iglesia y estar al servicio del misterio que se celebra. “Se han de escoger teniendo en cuenta que las celebraciones litúrgicas no son celebraciones privadas donde cada cual hace o dice lo que quiere, sino celebraciones de la Iglesia, culto público al cual somos invitados a asociarnos respetando las normas establecidas por la autoridad competente”.

Propuestas de Ananí a los ministerios de música y párrocos:

  1. Investigar y estudiar los documentos del Magisterio de la Iglesia vinculados a la música litúrgica en grupos.
  2. Ver las misas presididas por el Papa Francisco y las que transmiten algunos medios de comunicación -GLOBOVISIÓN y EWTN- para comparar quién se sujeta “al deber ser”.
  3. Antes de las misas, presentar los cantos al presbítero ya que la última palabra la tiene él por haber recibido formación sobre esto y por ser el pastor y guía de los feligreses.

“Desde nuestro humilde espacio les quiero agradecer a la evangelizadora Anani Vásquez; a Daniel Xavier Benítez, director del Ministerio de Música Divino Niño: y a la cantante católica e integrante de este ministerio, Ysmaira Valdez.”

El Guardián Católico

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