Padre Jesús Sandoval enseña claves para el Adviento

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Imagen referencial de Adviento. Cortesía de ACI Prensa

En el inicio de la segunda semana del tiempo litúrgico se presenta la figura de San Juan Bautista para llamar a una verdadera conversión del espíritu de cara al nacimiento de Cristo.

Dentro de la espera de la natividad del Señor Jesucristo este pasado domingo 4 de diciembre, segundo del tiempo de Adviento, las lecturas de la eucaristía dan claves para la preparación justa del espíritu, así lo afirma el padre Jesús Sandoval, párroco de Nuestra Señora de Coromoto, ubicada en la urbanización Los Olivos de Maracaibo .

Por medio de la profecía de Isaías donde relata que del tronco de Jesé brotará un retoño nuevo, el presbítero hizo una comparación de lo que es un tronco, algo seco y que todavía de ahí sale vida, contrastándolo con el alma seca de obras para Dios “si somos como un cactus, que no nos pedimos perdón, que no practicamos la misericordia con los necesitados o que no mostramos cariño con nuestros familiares, Dios puede darnos un nuevo fruto”.

Reflexionando sobre el evangelio de la predicación de San Juan Bautista acerca de la necesidad de la conversión, el sacerdote relató que no se trata de reducirse a la penitencia de una confesión, se trata de un “cambio de chip, de un cambio de mentalidad” para prepararse a la llegada del Mesías. Por ello, en su tiempo, la enseñanza del Bautista era tan tajante.

Si no se creen que Dios puede cambiar lo malo y hacerlo algo bueno, léanse de nuevo el pasaje de Isaías que dice que el lobo vivirá con el cordero, cuando dejemos nacer al Señor dentro nuestro, podremos vivir con todo y nuestras diferencias, el esposo con la esposa, los hijos con los padres, Dios puede transformar lo que no se cree posible”, dijo el padre Sandoval.

Como mensaje de aliento, el Adviento se continúa presentando como un tiempo propicio para la reconciliación de la familia en medio de la venida del Señor, la invitación queda abierta para que en medio de todas las actividades tradicionales como las hallacas y el banquete de los días de fiesta, haya un espacio para el dialogo y la acogida entre todos y especialmente con los más personas más necesitadas, concluyó el párroco.

Versión Final

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