En el marco de la realización de la 119 Asamblea Plenaria Ordinaria del Episcopado Venezolano, se celebró una eucaristía en sufragio por el Papa emérito Benedicto XVI, este sábado 07 de enero de 2023, en el Templo Nacional Don Bosco, a las 9:00 de la mañana.
La eucaristía fue presidida por el Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de Caracas y concelebrada por todo el episcopado venezolano.
Después del saludo inicial, Mons. Ignazio Ceffalia, Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica en Venezuela, recordó la vida y legado del Papa emérito Benedicto XVI. «Él fue uno de los más grandes teólogos de la Iglesia de los tiempos contemporáneos, y a pesar de su preparación y cultura sin iguales, como Pastor, y de la misma manera que los Padres de la Iglesia de los primeros siglos del cristianismo, supo transmitir con sencillez y sabiduría, con un lenguaje claro y accesible a todos, los fundamentos de la fe cristiana. Con su Magisterio y su predicación, ha puesto siempre en el centro de todo a Cristo, crucificado y resucitado, el único Salvador y fundamento de nuestra fe»
Por su parte, el Cardenal Baltazar Porras, durante la homilía expresó que la “Asamblea Episcopal en unión con la Nunciatura Apostólica tiene hoy una intención especial”. Refiriéndose al hecho de que por reciente decisión de la Presidencia de la CEV se realizará una eucaristía inaugural “dedicar a la memoria de los fallecidos el año anterior, primero en agradecimiento; y en segundo lugar, para ratificar la confesión en la resurrección, prenda de la misericordia del Señor que nos llama a la vida plena.
“El fallecimiento del Papa Emérito Benedicto XVI nos invita a dar una acción de gracias orante por la entrega de una vida que se forjó y acrisoló silenciosa y esperanzadamente entre las encrucijadas y contradicciones que todo cristiano y en particular el pastor debe afrontar”, afirmó.
También agradeció a los presentes en la celebración por estar unidos a esta intención: “gracias a todos los presentes en esta solemne celebración por unirse en oración evocando la entrega generosa de sus vidas en el seguimiento a Jesús, en el servicio al prójimo, y confiándolas a la misericordia y ternura de Dios Padre en quien creyeron y en quien esperaron”
Durante su predicación también destacó que el Papa Benedicto fue “probado como oro en el crisol y aceptado por nuestro buen Padre Dios como holocausto agradable”. Entre sus virtudes resalta el hecho que como docente (Benedicto XVI) esto “le abrió caminos para la búsqueda de la verdad y la belleza, en diálogo con el complejo mundo de pensamientos encontrados, sin imposiciones, superando la opinión, planteada como prejuicio y hasta tentación científica, de que las ciencias naturales por un lado, y la investigación histórica, especialmente en la exégesis, por otro, no estarían en contradicción insuperable con la fe católica, ayudando, con el testimonio de su vida y labor intelectual y doctrinal, a desvanecer las aparentes certezas contra la fe o a integrarlas razonablemente en síntesis más ricas y promisorias entre razón y fe”
El purpurado, resaltó el interés del Papa Benedicto por la realidad venezolana, “En su condición de Prefecto de la Doctrina de la Fe, nos recibió en las diversas visitas ad limina, desde los años 80 hasta la del 2009 como Papa”. Ya Como Papa, Benedicto XVI expresó al episcopado venezolano “los retos que debéis afrontar en vuestra labor pastoral son cada vez más abundantes y difíciles, viéndose además en los últimos tiempos acrecentados por una grave crisis económica mundial. Sin embargo, el momento actual ofrece también numerosos y verdaderos motivos de esperanza, de esa esperanza capaz de llenar los corazones de todos los hombres, y que solo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando hasta el extremo…os confío de un modo particular a quienes pasan necesidad. Seguid fomentando las múltiples iniciativas de caridad de la Iglesia en Venezuela, de modo que nuestros hermanos más indigentes puedan experimentar la presencia entre ellos de Aquel que dio su vida en la Cruz por todos los hombres”.
Finalmente, el Cardenal Porras hizo memoria de los gustos musicales del Papa emérito, “con los acordes del requiem de Mozart, tan grato al Pontífice difunto, belleza inefable que elevaba su espíritu como música callada, continuemos nuestra celebración. Que María Santísima a quien le tuvo tierna devoción, conduzca a Benedicto, fiel amigo del Esposo, para que al oír su voz, su gozo sea perfecto. Amén.”
Prensa CEV
Síguenos por Instagram y Twitter como @lagreydigital y en Telegram: La Grey Digital