El Papa explica que significa ser apóstol

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El Papa Francisco en la audiencia general en la plaza de San Pedro saluda a los fieles presentes

El Papa Francisco explicó que todos los bautizados están llamados a ser apóstoles y que esta misión “no debe dar lugar, dentro del cuerpo eclesial, a categorías privilegiadas; ni puede servir de pretexto a formas de desigualdad”.

Este 15 de marzo, como cada miércoles, el Papa Francisco presidió la Audiencia General ante miles de peregrinos que les escuchaban bajo el sol de la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

Continuando con su ciclo de catequesis sobre la “pasión por la evangelización”, el Santo Padre recordó que todos los cristianos deben ser apóstoles, es decir, “enviados, en una Iglesia que en el Credo profesamos como apostólica”.

Explicó que ser apóstol es “ser enviados para una misión” y añadió que un aspecto fundamental del ser apóstol “es la vocación, es decir, la llamada”.

En esta línea, puntualizó que la “experiencia de los Doce” nos interpela también a nosotros hoy”.

Aseguró que “todo depende de una llamada gratuita de Dios; Dios nos elige también para servicios que a veces parecen sobrepasar nuestras capacidades o no corresponder a nuestras expectativas; a la llamada recibida como don gratuito es necesario responder gratuitamente”.

A continuación, el Papa Francisco explicó que esta llamada “es común” y que engloba “tanto a aquellos que han recibido el sacramento del Orden, como a  las personas consagradas, como a cada fiel laico, hombre o mujer”.

“Vosotros, el tesoro que habéis recibido con vuestra vocación cristiana, estáis obligados a darlo: es el dinamismo de la vocación, es el dinamismo de la vida”, explicó.

Por ello, el Santo Padre advirtió que “en el cuadro de la unidad de la misión, la diversidad de carismas y de ministerios no debe dar lugar, dentro del cuerpo eclesial, a categorías privilegiadas; ni puede servir de pretexto a formas de desigualdad que no encuentran cabida en Cristo y en la Iglesia”.

Aseguró que en la Iglesia “no hay promoción, y cuando se concibe la vida cristiana como una promoción, que el que está arriba manda a los demás porque ha conseguido subir, eso no es cristianismo. Eso es puro paganismo”.

“¿Quién es más importante en la Iglesia: la monja, el bautizado, el niño, el obispo? Todos somos iguales, somos iguales, y cuando una de las partes se cree más importante que los demás y levanta un poco la nariz, se equivoca. Esa no es la vocación de Jesús”.

La vocación que Jesús da, a todos -pero también a los que parecen estar en lugares más altos- es el servicio, servir a los demás, humillarse. Si encuentras a una persona que tiene una vocación más alta en la Iglesia y la ves vanidosa, dirás: ‘Pobrecito’; reza por él porque no ha entendido lo que es la vocación de Dios. La vocación de Dios es adoración al Padre, amor a la comunidad y servicio. Esto es ser apóstol, este es el testimonio de los apóstoles.

Frente a esto, realizó a los fieles algunas preguntas: “¿Somos conscientes del hecho de que con nuestras palabras podemos dañar la dignidad de las personas, arruinando así las relaciones dentro de la Iglesia? Mientras tratamos de dialogar con el mundo, ¿sabemos también dialogar entre nosotros creyentes?”.

“¿Nuestro hablar es transparente, sincero y positivo, o es opaco, equívoco y negativo? ¿Hay voluntad para dialogar directamente, cara a cara, o mandamos mensajes a través de un tercero? ¿Sabemos escuchar para comprender las razones del otro, o nos imponemos, quizá también con palabras suaves?”.

El Papa señaló que estas preguntas “nos pueden ayudar a verificar la forma en la que vivimos nuestra vocación bautismal, nuestra forma de ser apóstoles en una Iglesia apostólica”.

Por último, recordó que para ser un buen cristiano hace falta “escuchar, humillarse y servir”.

Solemnidad de San José

Durante los saludos a los peregrinos, el Papa Francisco recordó que dentro de unos días celebramos la Solemnidad de San José, “patrón de la Iglesia Universal”.

“Pidamos a Dios por la intercesión de este querido Santo. Que nos ayude a ser apóstoles fieles y valientes, abiertos al diálogo y dispuestos a afrontar los desafíos de la evangelización”.

Víctimas de ciclón en Malaui

Asimismo, recordó a las víctimas de un ciclón que golpeó Malaui, país del sureste de África.

“Rezo por los fallecidos, heridos y desolados. El Señor sostenga a las familias y la comunidad afectada por esta calamidad”, señaló el Santo Padre.

Tiempo de Cuaresma

El Papa también deseó que la Cuaresma “sea para vosotros y vuestras familias un tiempo de gracia y de renovación espiritual; invoco sobre todos la alegría y la paz del Señor Jesús”.

ACI Prensa

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