El sacerdote capuchino Karol Camargo advirtió que no se puede usar la necesidad del pueblo yukpa para manipularlo y mentirle, ofreciéndoles soluciones que solo les traerán un poco de dinero a sus bolsillos, pero que no resuelven sus carencias reales.
No estigmatizar a los yukpas pidió fray Karol Camargo, sacerdote capuchino de la Misión Los Ángeles del Tukuko, en la Sierra de Perijá, en Zulia.
El religioso perijanero insistió en que se debe especificar que no es todo el pueblo el que está ejecutando acciones violentas en los municipios Machiques de Perijá, San Francisco y Maracaibo.
Advirtió que no se puede usar la necesidad del pueblo yukpa para manipularlo y mentirle, ofreciéndoles soluciones que solo les traerán un poco de dinero a sus bolsillos, pero que no resuelven sus carencias reales.
En entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias, fray Camargo sostuvo que los agentes gubernamentales deben ser honestos con los pueblos indígenas y crear proyectos específicos que permitan atender y solventar sus padecimientos más urgentes, por ejemplo en el área de educación y salud.
“Las condiciones de las vías son deplorables, no sirven las carreteras y los accesos los hacen en mula o a pie. Una cantidad de niños mueren por esa misma situación y por mordeduras de serpientes, enfermedades y gripes que se convierten en neumonías. Creo que hay que sentarse y elaborar un proyecto real acorde a sus necesidades”, puntualizó.
Sobre el actual conflicto que mantiene un grupo de yukpas que quiere llegar a Caracas a vender su artesanía y ayudar a quienes mueren de hambre en la Sierra de Perijá, consideró que la situación es producto de la improvisación, ya que, tras un acuerdo con el Ministerio de Pueblos Indígenas, les prometieron comprarles toda su artesanía y luego dejaron de hacerlo sin darles una explicación.
A su juicio, la ofrenda fue descabellada porque no se pensó a dónde se llevaría la artesanía, qué harían con ella y cuánto realmente podían comprar. Por lo tanto, lo que procede ahora es dialogar con los líderes y voceros yukpas para plantear una solución.
Por otro lado, el sacerdote capuchino explicó que las 48 comunidades que atiende la Misión Los Ángeles del Tokuko se sustentan a través de la producción de yuca, plátano, topochos o piñas, que posteriormente venden o utilizan para hacer trueques.
Agregó que el apoyo que reciben de la Alcaldía de Machiques es mínimo, pero comentó que la semana pasada la Alcaldía de Jesús Enrique Lossada les cedió un espacio en el mercado donde pudieron vender sus productos.
“Sé que, al principio de la gestión, el Gobierno nacional les bajó muchísimos recursos, pero sin la contraloría necesaria no se le hizo un seguimiento y acompañamiento”, manifestó el fray.
Diario La Verdad
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