El sacerdote presidió la Solemne Eucaristía de Vísperas de la Festividad de Ntra. Sra. del Carmen, patrona de la Parroquia El Sagrario Catedral, el pasado sábado 15 de julio, en la cual emitió unas emotivas palabras al momento de la homilía.
La Catedral sigue celebrando con mucho fervor y entusiasmo sus Fiestas Patronales en honor a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, las cuales concluirán este domingo 23 con el acto de la subida al finalizar la Misa de 11 am.
Los momentos más centrales de estas actividades se vivieron la semana pasada con la Solemnidad del 16 de julio, la cual fue antecedida por la Novena, cuyo último día fue presidido por el Presbítero Leonardo Martín López Quintero, párroco de Santísimo Cristo de San Francisco.
En su homilía tocó varios puntos sobre la devoción a la Virgen María en la Iglesia universal y especialmente en esta tierra zuliana:
“La imagen de la Virgen del Carmen llegó a la Catedral, obteniendo muchos devotos y convirtiéndose casi en su Patrona (…) ella está sentada en su nube, y de la mano de su hijo cuidan esta casa, su casa, nuestra casa”. De esta forma comenzó su predicación.
“Celebrar a María es celebrar la voluntad de Dios, hecha en Ella, como lo proclama en el Magnificat”, continuó.
El enfoque central de la homilía se centró en 3 puntos principales que extrajo sobre la devoción a la Virgen del Carmen.
- La voluntad de Dios en humildes y sencillos: “La nube que vio el profeta Elías es reflejo de la presencia de María en el Antiguo Testamento”.
- María aparece elegida para ser la madre del Salvador, y se entrega a la voluntad de Dios: “‘Hágase en mí según tu palabra’, su palabra se hizo una con Dios, debemos aprender de Ella, a entregarnos a la voluntad de Dios”.
- El Escapulario es un vestido que la Virgen le entrega a San Simón Stock: “es un vestido ante el mal del mundo, el cual debemos aportar con fe, alegría y confianza, de saber que intercede por nosotros ante Jesucristo”, “ella desciende todos los sábados a llevar almas del purgatorio al cielo”.
Para concluir, hizo la invitación a los presentes de “que nuestro comportamiento cristiano sea el de conocer nuestra fe para encontrarnos con Cristo el Señor”. La ceremonia fue amenizada por el Servidor de María Alexander, en conjunto con otros hermanos acompañantes.
Con el rezo de la Salve mientras se inciensaba la imagen de la Virgen del Carmen por parte del sacerdote celebrante, se concluyó la celebración del día en un Templo adornado con telas y globos de colores blancos y celestes, para luego proceder a recibir una presentación de Danzas de Maracaibo en homenaje a la protectora celestial de esta comunidad parroquial.
Allan Sillie
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