Hasta tres acontecimientos se celebraron el pasado viernes 28 de julio: el 126 aniversario de la creación de la Diócesis del Zulia, el 5to. aniversario de la toma de posesión de Mons. José Luis Azuaje como arzobispo de Maracaibo, y la ordenación sacerdotal de 6 diáconos.
La Catedral de San Pedro y San Pablo de Maracaibo fue epicentro de una magna celebración con motivo de celebrarse otro año más el aniversario de la creación de la Diócesis del Zulia, sobre el cual se viene desarrollando desde el año pasado un Jubileo en el que ha estado abierta la Puerta Santa, y es que este año contó además con la visita de la Reliquia de Ntra. Sra. de Chiquinquirá, patrona del Estado Zulia.
A las 9 am. partió desde la Basílica la comitiva que trasladó a La Chinita hasta la Catedral, abriendo el paso la Banda Escuela General Rafael Urdaneta quienes colocaron sus notas musicales durante el recorrido; a ellos le seguían la retahíla de representaciones corporativas y grupos de apostolado del Templo Saladillero, el párroco y en el María móvil la Sagrada Reliquia de la dama del Saladillo.
La Virgen, custodiada por los Servidores de María, fue recibida por el Arzobispo y los 6 diáconos que aguardaban su ordenación sacerdotal este día, siendo depositada en un mesón cerca del Cristo de Maracaibo, quien también se encontraba abajo por esta efeméride, contemplándose así una icónica estampa al estar las 2 Reliquias zulianas juntas una al lado de la otra, como se ha podido observar en situaciones extraordinarias como ésta.
A las 10:30 pm. se inició la Eucaristía Pontifical, que estuvo concelebrada por un gran número de sacerdotes y diáconos del territorio arquidiocesano, así como del Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino. La Capilla Musical estuvo a cargo del Coro Niños Cantores del Zulia, y se llevó a cabo dentro de ella el rito de ordenación sacerdotal de los seis diáconos.
Monseñor Azuaje hizo referencia en su homilía a los diferentes acontecimientos celebrados este día.
Ordenación de los 6 diáconos
Comenzó su discurso hablando del papel profético de Jeremías quién comenzó su labor temprano, alegando que “la vocación surge para servir a la comunidad, al pueblo de Dios, y no se trata de cualidades específicas ni hay parámetros establecidos para llamar, el Señor llama a cada quien deforma particular (…) se trata de una misión, de un servicio a la vida (…) San Pablo nos habla de las misiones, y el ministerio sacerdotal nos fue dado por misericordia”, expresó.
Los exhortó a “no adulterar la palabra de Dios” y a recordar que “Cristo es la esencia del mensaje divino, y somos sus servidores”, afirmó. Continuó hablando de dos realidades: La Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, y la “apertura de la esperanza”, sobre la cual alegó que “la entrega de Jesús nos abre la experiencia para relacionarnos con el pueblo, de una forma sacramental”.
“Cristo eligió a sus discípulos no por Santos ni perfectos, si no porque los amo”, con ello hizo memoria y recordó a los Obispos titulares y auxiliares que han pasado por esta Iglesia zuliana.
Prosiguió diciendo que la Iglesia recibe a los nuevos ordenados, a los cuales invitó a
ser servidores fieles, viviendo su llamado en una nueva situación de renovación de la Iglesia, “una Iglesia en salida, hospital de campaña, de servicio a los pobres, donde hay una permanente reforma de los procesos sinodales, hay una apertura e igualdad de participación entre los pastores y laicos”, expresó.
Por último los exhortó a ser creativos en su ministerio sacerdotal: “no se pasen la vida haciendo lo mismo, no caigan en la monotonía, vivan la realidad eclesial, piensen en los pobres, tengan un buen trato para con los fieles, creen fraternidad”, concluyó.
Aniversario de la toma de posesión como Arzobispo de Maracaibo
Recordó estar cumpliendo su aniversario de llegada a la Iglesia marabina, recordando la baja de 14 sacerdotes durante este período, y pidió disculpas a todos ellos y la feligresía por sus “deficiencias” y omisiones dentro de sus labores episcopales al frente de la Arquidiócesis.
Exhortó a todos a afianzar la devoción a la Virgen María, citando las palabras del Papa Francisco que dicen “María sabe transformar una casa de animales en la casa de Jesús (…) es una amiga que siempre está atenta para que no falte el vino en nuestras vidas”, alegó.
Tras la homilía, se procedió a los ritos propios de la ordenación sacerdotal, donde se realizó el escrutinio y la promesa de obediencia, postración y canto de las letanías de los Santos, imposición de manos por parte del Arzobispo y los sacerdotes concelebrantes, revestimiento con los ornamentos de presbítero, unción con el Santo Crisma en las manos, y recibimiento del cáliz y la patena como signo de su ministerio.
Ya finalizando la ceremonia se realizaron los agradecimientos por parte de los nuevos presbíteros al Arzobispo, los sacerdotes, familiares y personas presentes, los que han estado acompañándolos y guiándoles en su camino vocacional. Monseñor Azuaje además de agradecer también pidió oración por el aumento de las vocaciones sacerdotales, con mucho énfasis, diciendo que “nos da miedo pedir sacerdotes que salgan de nuestras familias, no, que esto no siga siendo así, digamos: Señor dame un sacerdote de mi familia, que esté al servicio de la Iglesia”.
Concluida la Eucaristía, los neo presbíteros recibieron las felicitaciones y veneración de sus manos, las cuales consagrarán el cuerpo y la Sangre de Cristo, por parte de todos los presentes. Tras ello, la Reliquia de Ntra. Sra. de Chiquinquirá fue trasladada de vuelta a la Basílica con su comitiva parroquial.
Fotos cortesía de Arquidiócesis de Maracaibo y Basílica de la Chinita.
Allan Sillie
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