El Papa Francisco ha anunciado que está trabajando en la escritura de una segunda parte de “Laudato si’”. Durante una audiencia con una delegación de abogados de los países miembros del Consejo de Europa, llevada a cabo el lunes 21 de agosto por la mañana, el Santo Padre compartió su decisión.
Esta noticia llega al final de un discurso en el que el Papa valoró el compromiso de los abogados del Consejo de Europa en la creación de un marco normativo para la protección del medio ambiente.
Aunque no se especifica cuándo se publicará la segunda parte de la encíclica social dedicada a la protección de la Casa Común, este anuncio sugiere que el Papa Francisco ya está trabajando en una “Laudato si’, parte II”, una “actualización”, después de ocho años, lanzada en 2015, que incluirá problemas actuales y posiblemente considere el impacto de las guerras y los conflictos en la obra de Dios.
El Papa explicó a los juristas de los Estados miembros del Consejo de Europa, signatarios de la Declaración de Viena (1993), que con la manipulación de los derechos humanos “el Estado de Derecho ya no estaría al servicio de la persona humana”, y en cambio, se convertía en una versión “falsificada y manipulada según intereses económicos e ideológicos”.
En su discurso, el Pontífice recuerda que el llamamiento de Viena pide a los Estados miembros del Consejo que se comprometan con el Estado de derecho y la independencia del poder judicial. Un llamamiento —sostiene el Papa Francisco— que “tiene lugar en el actual contexto europeo, difícil en muchos aspectos, debido, entre otras cosas, a la insensata guerra en Ucrania”.
El Obispo de Roma afirma que estos tiempos de crisis social “desafían a las democracias occidentales a responder con eficacia”, pero permaneciendo fieles a sus principios, que deben ser “continuamente recuperados” y defendidos.
Más tarde, advirtió que “el miedo a disturbios y violencias, la perspectiva de trastornos en los equilibrios establecidos, la necesidad de actuar con eficacia ante las emergencias pueden llevar a la tentación de hacer excepciones, de limitar —al menos temporalmente— el Estado de derecho en la búsqueda de soluciones fáciles e inmediatas”.
En este sentido, pidió a los abogados de los países miembros del Consejo de Europa que exijan que “el Estado de Derecho nunca esté sujeto a la más mínima excepción, ni siquiera en tiempos de crisis”. “La razón es que el Estado de Derecho está al servicio de la persona humana y pretende proteger su dignidad, y esto no admite excepciones”.
En su discurso, el Papa Francisco destacó que las amenazas a las libertades y al Estado de derecho en las democracias no solo provienen de crisis externas, sino también de una concepción errónea de la naturaleza humana que debilita su protección y abre la puerta a abusos bajo la apariencia del bien.
Derechos individuales sin considerar el bien común
Enfatizó que la base de la dignidad humana radica en su origen trascendente, lo que prohíbe su violación, y que esta trascendencia exige que la persona esté en el centro de las actividades humanas, no a merced de modas o poderes temporales.
El Santo Padre alertó sobre la tendencia a reclamar derechos individuales sin considerar el contexto social y el bien común. “Hoy en día, en efecto, se tiende a reivindicar cada vez más derechos individuales sin tener en cuenta que todo ser humano está vinculado a un contexto social en el que sus derechos y deberes están ligados a los de los demás y al bien común de la propia sociedad (cf. Discurso ante el Parlamento Europeo)”, expresó el Pontífice.
El secreto profesional
Asimismo, elogió el llamamiento de los abogados a vigilar el “principio fundamental del secreto profesional, cuya violación deploran en algunos Estados miembros”. “Comprendo y comparto su preocupación y les animo en su acción”, sostuvo.
Subrayó la importancia de mantener espacios de confianza donde las personas puedan expresarse y compartir sus preocupaciones.
Legislaciones para proteger el medio ambiente
En relación con el medio ambiente, el Papa valoró el compromiso de los abogados en la creación de un marco normativo para su protección. Recordó que las futuras generaciones merecen un mundo habitable y resaltó la responsabilidad de cuidar la creación divina, y que “ello nos inviste de serios deberes para con la creación que hemos recibido de las manos generosas de Dios”.
“Gracias por esta contribución. Estoy escribiendo una segunda parte de “Laudato si’” para actualizar los problemas actuales”, anotó.
El Obispo de Roma concluyó alentando a los abogados a continuar ejerciendo su profesión al servicio de la verdad y la justicia, elementos esenciales para construir la paz global y la armonía en la sociedad. “Que la Virgen María y San Ivo les protejan y les conserven. De corazón les bendigo y les pido que por favor recen por mí. Gracias”.
ACI Prensa
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