De todo el país e incluso del extranjero llegaron los fieles que se congregaron en el Santuario el 26 de agosto con motivo de la Solemnidad de la Santísima Virgen María de Częstochowa. Una cita que cerró la temporada de peregrinaciones de verano en la que este año participaron más de ochenta y cinco mil personas. Para el primado Polak: el mundo tiene hambre de amor, por lo que hay que buscar la concordia y el bien común
El punto culminante de las celebraciones con motivo de la Solemnidad de la Bienaventurada Virgen María de Częstochowa, del 26 de agosto, fue la misa celebrada en las murallas de Jasna Góra con la participación de representantes del episcopado polaco, que habían participado el día anterior en la reunión de los obispos diocesanos.
En su homilía, el primado de Polonia, monseñor Wojciech Polak, Metropolitano de Gniezno, comentó el pasaje evangélico de las Bodas de Caná, recordando también la presencia del Papa Francisco en este lugar durante su peregrinación del 28 de julio de 2016. Y afirmó textualmente:
“El agua convertida en vino en una boda es un signo maravilloso porque nos revela el rostro esponsal de Dios, ese Dios que se sienta a la mesa con nosotros, que desea y completa la comunión con nosotros”
El mundo, la Iglesia y la patria imploran el amor
El arzobispo subrayó que los corazones de muchas personas hoy “están hambrientos de amor”. Pero “no de cualquier amor, de un amor superficial y pasajero, sino de ese amor verdadero y profundo, que sólo Dios puede dar. Y éste es precisamente el deseo del Corazón de María: llenar las tinajas secas de tantos corazones con el Espíritu Santo, el fuego del amor de Dios”.
“Este mundo pide amor, a veces en el grito de la desesperación y la rebelión, a veces en el silencio indiferente de la desesperación y la resignación. Porque el amor es necesario en nuestra vida personal y social. Porque el amor es necesario en la Iglesia y en la patria. El amor es necesario porque va seguido de cuidado, lealtad, responsabilidad y respeto”
Búsqueda de concordia y capacidad de discernir el bien
El primado subrayó también que quien se mueve por amor no insulta, no manipula, no hace acusaciones infundadas. “Quien tiene en cuenta el amor, busca la concordia, la reconciliación y el bien de todos. Hoy necesitamos amor, pero también razón para poder distinguir la verdad de la falsedad disfrazada. Necesitamos amor para que, en las continuas disputas y rencillas que siguen aumentando, no nos arrojemos barro unos a otros”, añadió.
“La Iglesia no debe buscar constantemente nuevas agendas”, fueron asimismo las palabras de Polak, quien insistió en la necesidad de seguir el Evangelio. “Es necesario leer la realidad – dijo citando al Papa Francisco – pero también vivirla sin miedo, sin huida y sin catastrofismos”.
Jasna Góra en la cultura de los polacos
Monseñor Stanisław Gądecki, metropolitano de Poznań y presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, subrayò a Radio Vaticano – Vatican News que la devoción a Nuestra Señora de Jasna Góra ha crecido no sólo en la religiosidad polaca, en la que destaca el culto mariano, sino también en la cultura y la tradición de la nación.
“El icono está ligado a una tradición de más de seiscientos años, además, el culto mariano a nivel local es anterior a la época de la división de Polonia”
Y añadió que el santuario de Częstochowa también está fuertemente vinculado al ministerio del sacramento de la confesión, que San Juan Pablo II mencionó durante su primera peregrinación a este lugar. Significativa es la labor de los padres paulinos que custodian Jasna Góra.
La relación de los Papas con Jasna Góra
Desde el pasado 4 de junio y hasta el 25 de agosto, más de ochenta y cinco mil personas peregrinaron a este santuario, de las formas más diversas: a pie, en bicicleta, corriendo, patinando, en moto o a caballo. En el último año, el santuario recibió dos millones quienientos mil peregrinos. Tres Papas lo visitaron: San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. En 1966, el régimen comunista impidió asistir a Częstochowa a San Pablo VI, quien deseaba participar en las celebraciones del Milenio del Bautismo de Polonia.
La Jornada Mundial de la Juventud se celebró aquí en 1991. Fue San Juan XXIII quien pidió que la oración se rezara según las intenciones del Santo Padre, y quien deseaba un vínculo estable con la Santa Sede, dirigiéndose así al cardenal Stefan Wyszyński: “Procura que se rece mucho por mí ante su Santísima Madre, añadiendo también la súplica por la paz y la prosperidad de todos los pueblos”.
La fiesta de Nuestra Señora de Częstochowa fue instituida en 1904 por el Papa Pío X. A su vez, Pío XII en 1953 dio su consentimiento para la apertura de una Capilla de Nuestra Señora de Jasna Góra en las criptas de la Basílica Vaticana. Y San Juan Pablo II donó a Jasna Góra, como exvoto, su estola ensangrentada tras el atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981.
Vatican News
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