Dos sacerdotes expertos en derecho y comunicación abordan la tensión que se da ante la demanda de información en los casos de abuso y la prudencia con que se ha de actuar. Según ellos, una transparencia sin límites puede dañar a las víctimas, pero eso no justifica la práctica común del secreto.
En una Iglesia que se ha propuesto ser más transparente, especialmente para prevenir los abusos sexuales, de conciencia y de poder, ¿cómo puede entenderse que el secreto también tenga cabida? Esa es la pregunta que responde ampliamente “Transparencia y Secreto en la Iglesia Católica”, el último libro lanzado por el Consejo Latinoamericano de Ceprome (Centro de investigación y formación interdisciplinar para la protección del menor) y que fue presentado por el Cardenal Sean O’Malley el sábado 23 de septiembre en Roma.
El texto de 205 páginas, escrito originalmente en italiano, es obra de los sacerdotes Jordi Pujol y Rolando Montes de Oca, expertos en comunicación y derecho canónico, además de activos defensores de las víctimas de abuso en el ámbito eclesial. “Como personas de nuestro tiempo y miembros de la Iglesia nos gustaría que hubiera una mayor transparencia de la Iglesia y que acabara la época de los secretos absurdos e inútiles”, expresan en la introducción del libro.
Los autores valoran profundamente la voluntad de la Iglesia de crecer en transparencia, pero también advierten sobre el daño que puede ocasionar a las víctimas una sobreexposición que invade la vida íntima y privada. Incluso aseveran que, desde el punto de vista de los acusados, una aplicación sin restricciones de la transparencia podría terminar lesionando el principio de presunción de inocencia.
Un ejercicio de prudencia
Pujol y Montes de Oca también fustigan el secretismo eclesial que tantas veces entorpece la verdad y la justicia para quienes han sido vulnerados por medio del abuso. De hecho, aseguran que a nivel comunicativo el secreto no puede ser una práctica común, sin embargo, recuerdan cómo un correcto uso de este mismo resguarda el derecho a la buena reputación y a la privacidad. Así, reconocen cuán delicado es el equilibrio que ha de encontrarse para que no se produzcan excesos respecto de la transparencia ni del secreto al abordar los casos de abusos en la Iglesia.
“Es un ejercicio de prudencia. Hay abusos por los dos lados. Es un abuso el secretismo y hay un abuso de transparencia de quien quiere mostrar todo de modo casi obsceno. Tiene que existir un juicio de prudencia en el gobierno de esa información que ponga las prioridades de modo que en el centro esté la persona y no esté un cálculo político, por ejemplo”, afirmó Pujol durante la ceremonia de presentación del libro.
El cardenal Sean O’Malley, Presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, alabó el profundo trabajo de recopilación y reflexión de los autores, y destacó cómo el texto deja en evidencia la necesidad de que la comunicación y la mentalidad jurídica vayan de la mano al enfrentar los abusos.
“Tenemos que estar conscientes de que la verdad nos librará, como dice Jesús. Tenemos que ser una comunidad donde no tengamos miedo de admitir nuestras faltas para que podamos corregirnos. Así, la transparencia es esencial para poder ganar y merecer la confianza el pueblo”, dijo el prelado.
Una herramienta práctica
El libro tiene aspectos prácticos que pueden servir de ayuda para el discernimiento y la acción de comunicación en casos de abusos, transformándose así en una herramienta útil no solo para los obispos, sino también para quienes conducen las comunicaciones de una diócesis, comunidad religiosa, escuelas o cualquier ente eclesial.
Esta obra de Pujol y Montes de Oca editada por PPC, se añade a una extensa colección de textos de Ceprome que abordan el fenómeno de los abusos en la Iglesia de modo interdisciplinar, aportando desde los aspectos psicológico, canónico, jurídico, pastoral, formativo, entre otros.
Vatican News
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