Al finalizar la Eucaristía, los restos del Monseñor Lückert fueron trasladados a la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, donde será sepultado este martes 18 de junio.
Monseñor Roberto Lückert León deja un legado imborrable en la historia de la Iglesia venezolana. Su dedicación al servicio pastoral, su defensa de los derechos humanos y su compromiso con la justicia social lo convirtieron en una figura respetada y admirada por todos.
Su partida deja un vacío profundo en la comunidad católica, pero su ejemplo de fe y entrega seguirá inspirando a las generaciones venideras.
Durante la homilía, el Arzobispo de Maracaibo, Monseñor José Luis Azuaje Ayala, ofreció unas sentidas palabras en las que resaltó la figura de Monseñor Lückert como un buen pastor, que supo caminar junto al pueblo en el ejercicio de su ministerio, con un “verbo encendido como los profetas en la denuncia de las injusticias y con la capacidad de consolar a los sufrientes con palabras de esperanza”.
Enfatizó que el estilo de Monseñor Lückert era “muy característico en momentos de tensión social y política”, destacando su habilidad para “hacer de los detalles una norma de vida”. Señaló que, “por tan pequeñas que fueran las cosas, eran importantes para entablar un diálogo alegre y entendible”.
Asimismo, Monseñor Azuaje Ayala recordó la faceta de Monseñor Lückert como un “buen amigo de los obispos y sacerdotes, quien durante muchos años ejerció cargos dentro de la Conferencia Episcopal Venezolana y como presidente de Cáritas de Venezuela, llevando esperanza a los más necesitados y acompañando a los desfavorecidos”.
Las palabras de Monseñor Azuaje Ayala se suman a los numerosos homenajes y reconocimientos que ha recibido Monseñor Roberto Lückert tras su partida. Sin duda, su legado de fe, servicio y compromiso con los más necesitados perdurará por siempre en la memoria del pueblo venezolano.
Arquidiócesis de Maracaibo
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