“Los sacerdotes fueron detenidos arbitraria e inconstitucionalmente”, denuncian.
El destierro de siete sacerdotes nicaragüenses por parte del Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega, fue calificado de ‘traslado forzoso’ y esto constituye «un crimen de lesa humanidad»
Los sacerdotes fueron detenidos «arbitraria e inconstitucionalmente por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo», entre el 26 de julio y el 5 de agosto pasado, «en un acto que representa una alarmante violación de la libertad religiosa y de derechos humanos en Nicaragua», sostienen
«Estas sistemáticas violaciones evidencian un patrón de traslado forzoso, lo cual constituye un crimen de lesa humanidad», señala el Colectivo Nicaragua Nunca Más, integrado por activistas nicaragüenses exiliados y con sede en San José
Tras el envío de Álvarez al Vaticano, el Gobierno de Ortega está presionando al Vaticano para nombrar un nuevo obispo en la Diócesis de Matagalpa
La ONG Colectivo Nicaragua Nunca Más condenó este jueves el «destierro» al Vaticano de siete sacerdotes nicaragüenses por parte del Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega, medida que calificó de «traslado forzoso» y que constituye «un crimen de lesa humanidad».
En una declaración, ese organismo humanitario indicó que los sacerdotes fueron detenidos «arbitraria e inconstitucionalmente por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo», entre el 26 de julio y el 5 de agosto pasado, «en un acto que representa una alarmante violación de la libertad religiosa y de derechos
«La fe no debería ser motivo de persecución»
«Estas sistemáticas violaciones evidencian un patrón de traslado forzoso, lo cual constituye un crimen de lesa humanidad», señaló el Colectivo Nicaragua Nunca Más, integrado por activistas nicaragüenses exiliados y con sede en San José.
«Condenamos estas injusticias cometidas en menos de dos años contra 51 personas religiosas desterradas, incluyendo a monseñor Rolando Álvarez y exigimos respeto pleno a la dignidad de todos», agregó.
Ese organismo dijo que «la fe no debería ser motivo de persecución», por lo que hoy se unen «en solidaridad con aquellos religiosos nicaragüenses que han sido forzados a abandonar su hogar y su misión».
El Gobierno de Nicaragua informó que envió al Vaticano a un grupo de sacerdotes nicaragüenses que, según fuentes católicas, se encontraban detenidos y bajo vigilancia policial en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, en Managua.
Los sacerdotes nicaragüenses enviados al Vaticano son Edgar Sacasa, Ulises Vega, Marlon Velázquez, Víctor Godoy, Harvin Torres, Jairo Pravia y Silvio Romero, todos de la Diócesis de Matagalpa, norte de Nicaragua.
La Diócesis de Matagalpa es dirigida desde el exilio por el obispo Rolando Álvarez, que fue excarcelado y enviado a Roma en enero pasado.
Reporte Católico Laico
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