Visitan los centros de detención y denuncian las “injusticias y crueldades” del sistema de asilo
Frente a las “injusticias y crueldades”, una “solución de sentido común y compasión” para el “disfuncional” sistema migratorio. Esta es la petición que ha hecho el arzobispo de Los Ángeles, José Goméz, a Donald Trump tras realizar una visita de dos días a centros de detención en la frontera de Texas con México.
Reclamación que Gómez reconoce no tener mucha esperanza que se conteste mientras se use a los migrantes para intereses partidistas. “Lo que estamos esperando es que los políticos tengan el coraje de hacer lo correcto”, dijo. “Y hemos estado esperando durante 25 años”.
Gómez y cinco obispos más -incluyendo al cardenal Daniel DiNardo, presidente de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB)- visitaron este domingo y lunes centros de detención y de procesamiento de menores migrantes en McAllen y Brownsville.
“Nuestra visita fue pastoral en naturaleza”, explicó DiNardo en una conferencia de prensa este lunes en la Basilica de Nuestra Señora de San Juan del Valle, en la comunidad de San Juan, al oeste de McAllen. “Tuvimos dos días completos, muy hermosos, pero también algunos momentos dolorosos“, refirió.
DiNardo relató su impresión al visitar dos centros de detención de menores migrantes. Dijo que aun cuando los menores están siendo bien tratados, se sienten extraños en un lugar extraño.
“Cuando pasas por algo como esto, hay un elemento real de drama que te pasa a tí, es algo que puedes ver cuando hablas con los niños; algunos han sido traumatizados“, afirmó.
“Los niños necesitan ser reunidos con sus padres, es urgente; debe hacerse, se está haciendo, pero hay complicaciones”, señaló DiNardo.
El obispo Daniel Flores, de Brownsville: “Quiero enfatizar que podemos ser una nación de leyes y también una nación de compasión. Es por eso que como Iglesia tenemos que seguir diciendo en público: no hay razón por la que estos se tengan que oponer”
Los obispos celebraron este lunes una misa en el Centro Southwest Key Casa Padre, en Brownsville, un centro comercial reconvertido que es considerado el mayor centro de detención de menores migrantes de todo el país, al albergar a unos 1.500 niños.
“Fue un bonito momento de oración”, dijo el arzobispo José Gómez, de la diócesis de Los Ángeles. “Obviamente cuando tenemos niños en las misas, estos están con sus padres pero no aquí… Fue especial estar con ellos y darles un poco de esperanza”.
Gómez dijo que los obispos “fuimos a darles algo de esperanza y hablarles de la importancia de la presencia de Dios y a entender lo triste que están sin sus padres”. El arzobispo dijo que la reunificación de las familias se debe dar con urgencia.
El arzobispo de Los Ángeles añadió que es posible hacer una reforma migratoria que ponga fin a este tipo de situaciones dolorosas como la separación de familias. “Debemos trabajar juntos, entender y encontrar soluciones… así sería mas fácil proteger las fronteras”, señaló.