Arzobispo anglicano: Caravana migrante ve posibilidad de ser aceptada en Canadá

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Migrantes hondureños dicen que no se sienten bienvenidos en Tijuana

El arzobispo Leonardo Marín Saavedra ha sido comisionado por la Iglesia Anglicana y organizaciones de Estados Unidos, para gestionar, ante el gobierno de Canadá, un estatus especial para integrantes de la caravana de migrantes

En conferencia de prensa, el arzobispo primado de la Iglesia Anglicana Latinoamericana de Canadá y Estados Unidos, señaló que la intención es que el gobierno y el parlamento de Canadá, crea un estatus migratorio para los centroamericanos de la caravana. Señaló que los organismos de la sociedad civil estadunidenses y la Iglesia Anglicana Latinoamericana, le asignaron la tarea para que medie ante el primer ministro de Canadá Justin Trudeau y la Cámara de los Comunes, para la admisión de este nuevo estatus.

Mons. Leonardo Marin Saavedra, planteó a la caravana migrante en la ciudad de Tijuana, frontera con Estados Unidos, la posibilidad de ser aceptados en aquel país si se dan las condiciones que exige el Gobierno canadiense. “No sabemos si Canadá diga que no, pero creo que Trudeau va a decir que sí. Es una idea, es un proyecto que puede prosperar, pero es parte de un proceso y ahora mismo no es una realidad”, apuntó el arzobispo en Tijuana. Mons. Marin Saavedra, de origen colombiano, explicó que el plan que mandará en una semana al Gobierno canadiense contempla “crear un puente aéreo México-Canadá, un traslado en barco hasta Vancouver o pedir permiso a Estados Unidos para cruzar vía terrestre en autobuses”. “Estoy dispuesto a hacer esta sugerencia al Gobierno de Canadá y sé que ellos ya conocen la iniciativa”, añadió el prelado en una rueda de prensa. Pidió a los migrantes “no se desanimen”, “ser respetuosos” con el país que les ofrece hospedaje, en este caso México, “no hacer caso a expresiones de discriminación” y modificar “conductas y expresiones negativas. Además, les pidió “no hacerse ilusiones, pero si tener fe”.

Al menos cuatro meses de espera en Tijuana

Explicó que por el momento los migrantes tienen que esperar en México al menos unos cuatro meses “porque las condiciones climáticas en Canadá por el invierno son muy severas”.  Asimismo se debe saber qué personas quieren reiniciar su vida en Canadá, porque muchos tienen familia en Estados Unidos y su intención es reunirse con ellos. El arzobispo dijo que no se trata de “negociar con nadie” sino de mostrar una realidad tanto al Gobierno de Canadá como a los migrantes de que este éxodo de personas es una emergencia en la cual pueden ayudar.

El prelado indicó que Canadá tiene la capacidad para recibir a millones de migrantes y mencionó que hay otros países en el mundo como Suecia, Noruega, Nueva Zelanda y Australia que pueden recibir a migrantes. Recordó que Canadá recibió en los últimos años, en Vancouver, a unas 35.000 personas provenientes de Siria. Anticipó que el miércoles se reunirá con el sacerdote y activista Alejandro Solalinde, cercano al próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para buscar ayudar a los centroamericanos.

La caravana está a la espera de reagruparse para formar nuevamente el grupo de 5.000 migrantes que entró a México el 19 de octubre para tomar una decisión sobre su futuro, si piden asilo político en Estados Unidos o refugio en México. Otros grupos permanecen disgregados por territorio mexicano en las ciudades de Mexicali, cercana a Tijuana, y Ciudad de México además de los que pidieron asilo en Tapachula, Chiapas.

Crean en California red de apoyo a la caravana migrante

Organizaciones civiles en el sur de California crearon la Red de Respuesta Rápida de San Diego (SDRRN, por sus siglas en inglés) como parte de un plan de apoyo a la caravana de migrantes que se espera solicite asilo político en Estados Unidos, informaron hoy activistas. Los recursos para albergar a familias que han hecho ya su petición de asilo es limitado, y esto podría agudizarse con la llegada de las otras caravanas de centroamericanos, advirtieron integrantes de SDRRN. “Estamos tratando de desarrollar un plan de emergencia al mismo tiempo de tener una emergencia en nuestras manos”, dijo Norma Chávez-Peterson, directora ejecutiva de la Unión de Libertades Civiles (ACLU) en San Diego, organismo que forma parte de la coalición de apoyo.

La SDRRN denunció que autoridades federales han abandonado a su suerte, con un brazalete de monitoreo, a familias inmigrantes, una vez que son procesadas por oficiales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Dicha situación, indicaron los activistas, habría dejado en la precariedad a cientos de inmigrantes que no tienen los medios para llegar a su destino. Por ello, se puso en marcha un portal de GoFundMe para recaudar fondos y habilitar albergues que reciban a estos grupos vulnerables.

Migrantes hondureños dicen que no se sienten bienvenidos en Tijuana

Muchos de los casi 3.000 migrantes centroamericanos que han llegado a la frontera de México con California dijeron el sábado que no se sienten bienvenidos en la ciudad de Tijuana.  La gran mayoría acamparon en un complejo deportivo de la ciudad mexicana, durmiendo en un campo de béisbol de tierra y bajo las gradas con vista a los muros de acero con alambre de púas en la cima en la recién reforzada frontera entre Estados Unidos y México. La ciudad abrió el complejo después de que otros refugios se llenaron hasta el límite de su capacidad. Algunos grupos eclesiásticos proporcionaron duchas portátiles, sanitarios y lavabos, además de repartir café y donas. El gobierno federal calcula que pronto podría haber más de 10.000 migrantes en Tijuana.

El alcalde de Tijuana Juan Manuel Gastélum ha calificado la llegada de los inmigrantes como una “avalancha” que la ciudad no está preparada para soportar, calculando que permanecerán durante al menos seis meses en lo que aguardan a presentar sus solicitudes de asilo. Los inspectores fronterizos estadounidenses procesan unas 100 solicitudes al día en el principal cruce entre Tijuana y San Diego. Los migrantes se registran en una lista que está gestionada por ellos mismos, y que ya contaba con unos 3.000 nombres incluso antes del arribo de la caravana.

A pesar de que muchos en Tijuana han expresado su solidaridad con el calvario de los migrantes e intentan ayudarlos, algunos lugareños les han gritado insultos, aventado piedras e incluso golpes. Es un marcado contraste con las muchas comunidades mexicanas que recibieron a la caravana con carteles, música y donativos de ropa después de que entrara a México hace casi un mes. Incontables residentes de áreas rurales les dieron fruta y agua a los migrantes a su paso por el sur de México, deseándoles un buen viaje.

Alden Rivera, el embajador de Honduras en México, visitó el sábado un complejo deportivo. Rivera prevé que los migrantes necesitarán albergue durante al menos ocho meses, y dijo que trabaja con México para obtener más fondos para su cuidado y alimentación. Dijo que espera que la cifra de migrantes en Tijuana alcance los 3.400 durante el fin de semana, luego de que otros 1.200 migrantes llegaron a Mexicali, otra ciudad fronteriza a unas cuantas horas al este de Tijuana. Otros 1.500 planean llegar a la región fronteriza la próxima semana.

Vatican News