La sociólogo y secretaria general de la Red por los Derechos Humanos de los niños, niñas y adolescentes, Carla Serrano, lamentó que la infancia venezolana celebre 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño en medio de una crisis humanitaria compleja.
En entrevista con Radio Fe y Alegría Noticias, la especialista en Derechos de la Familia y el Niño señaló que, en Venezuela, dicha Convención es letra muerta en Venezuela, debido a los males que afectan a la niñez venezolana:
“Nunca nos hubiésemos podido imaginar que íbamos a recibir este aniversario en contexto de emergencia humanitaria compleja. Cuando la infancia de nuestro país está profundamente afectada. Tiene daños a nivel cognitivo, emocional, físico. En nutrición tenemos rezago, en el crecimiento”, dijo la especialista.
A éstos males, señaló, se suman las cifras de niños dejados atrás y el repunte en los casos internacionales de trata de personas con niños y adolescentes venezolanos:
“Nuestras familias se han separado, los niños se están quedando solos. Estamos consiguiendo reportes de casos en que se descubre una red de trata de personas y hay niñas y adolescentes venezolanas. Si tuviera que responder de manera categórica yo diría que hoy la Convención es más letra muerta que viva”, lamentó.
Vacío institucional en la atención a la infancia venezolana
Serrano denunció que las autoridades públicas con competencia en materia infantil existen en papel, pero no actúan en su deber de atender a los niños y adolescentes del país.
“No sabemos en la realidad dónde están, nunca salen dando una declaración, no se muestran como dolientes de los niños, niñas y adolescentes y lo que les ocurre. No los vemos actuando para mitigar el dolor y el sufrimiento de los niños y de la familia venezolana”, expresó.
Igualmente aclaró que, aunque los activistas no abandonan su rol de defensores de los derechos infantiles, existen competencias que escapan de sus manos y que competen al Ejecutivo nacional.
“Si el estado está fallando esto tiene un impacto indiscutible, porque las familias en Venezuela están muy debilitadas. Han quedado a la deriva y tienen que defenderse como pueden”, enfatizó”.
Consideró que las misiones e iniciativas oficiales promovidas desde el año 2007 carecen de un enfoque de Derechos. Mencionó especialmente el caso del Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, que se centra en atender casos de niños en situación de exclusión.
En su opinión, eso va en contra de la doctrina de protección integral que promueve la Convención:
“Hay que trabajar todos los derechos para todos los niños y no enfocarse solamente en los niños en los máximos niveles de vulnerabilidad porque eso es volver a lo que hacía el INAM. Es como si no hubiésemos cambiado de paradigma”, dijo Serrano.
Activistas seguirán haciendo su parte
La activista aseguró que los activistas y organizaciones civiles seguirán haciendo su parte para defender a los pequeños venezolanos, a pesar de la ausencia de las instituciones oficiales:
“Aunque a nivel nacional y a nivel de las instancias que corresponden no tengamos la respuesta adecuada, nosotros seguiremos tocando esas puertas, seguiremos denunciando. Si corresponde intentaremos ir a las instancias internacionales y, obviamente, seguiremos acompañando a los niños, niñas y adolescentes”, concluyó.