Los organizadores de la primera peregrinación virtual internacional a la Basílica de la Virgen de Guadalupe en México, realizada el pasado sábado 19 de septiembre, informaron que el evento fue todo un éxito y que en esta iniciativa participaron 106 grupos, con lo que el mensaje mariano llegó a más de 3 millones de personas.
“Espiritual y virtualmente nos unimos a los pies de la Virgen del Tepeyac para pedir su intercesión para enfrentar el embate de la Pandemia de COVID. Una vez más la Emperatriz de América ha unido a su pueblo, hoy en la desgracia”, indica el comunicado.
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En la peregrinación, que tuvo una duración de dos horas y 16 minutos, los fieles de distintos lugares del mundo como América Latina y España rezaron el Rosario y participaron de una Misa que estuvo presidida por Mons. Víctor Aguilar Ledesma, presidente de la Dimensión Episcopal para los Laicos de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM).
En su homilía, el también Obispo Auxiliar de Morelia dijo que “celebramos esta primera peregrinación virtual de modo atípico, en tiempos de pandemia. Hemos querido no dejar de cumplir la misión confiada de seguir evangelizando. Cambiaran los métodos y los modos, pero no la misión que será la misma: anunciar el Evangelio”.
“La Iglesia nació para evangelizar, su naturaleza anuncia el evangelio, ese es nuestro orgullo. La Iglesia evangeliza o deja de ser Iglesia, no importan las circunstancias”, destacó el Prelado.
Mons. Aguilar explicó que las “circunstancias de hoy ni son las peores que ha sufrido la Iglesia, ni son las únicas ni son las últimas. No se nos debe olvidar que estamos llamados todos a ser testigos de Cristo en el mundo, ser sal y luz en la tierra”.
“A veces los pensamientos nuestros y los del mundo son muy diferentes a lo que Dios piensa, por eso Isaías nos dice que los pensamientos de Dios no son los de los hombres, los caminos no son nuestros caminos. Es una frase que escuchamos en la primera lectura que intenta justificar el comportamiento del propietario de la viña sobre quien escuchamos en el Evangelio”.
La viña, continuó el Obispo, “siempre se ha entendido que es el pueblo del Señor. Este pueblo es el pueblo de Israel, pero este pueblo con Jesús ha pasado a ser la Iglesia, su viña. En esta viña la vid es Jesús”.
“Es importante que en este tiempo que estamos viviendo sepamos que el Señor quiere que su viña dé fruto, pero los sarmientos no pueden dar fruto si no están insertados en la viña, que es Jesús. De él recibimos la savia de la gracia. En este tiempo de dificultad no podemos dejar de estar en gracia, insertados en Cristo, pegados a la vida, a Jesús”.
“Nosotros, los sarmientos, despegados de Cristo nos morimos”, alertó.
El Obispo resaltó luego que “podemos perder el empleo, la salud, un ser querido, el dinero. Pero no podemos perder la fe que nos une, nos adhiere a Cristo nuestro Señor. No perdamos la fe. Nunca”.
Mons. Aguilar destacó además que, como dice el Evangelio, “todos estamos llamados a un trabajo en la comunidad. Unos más pronto, otros más tarde. No podemos estar de ociosos y tenemos que trabajar”.
Tras recordar que dentro de 11 años, en el 2031, se celebrarán 500 años de la presencia de la Virgen de Guadalupe, los organizadores de la peregrinación virtual explicaron algunos compromisos asumidos en este evento como la fidelidad, la solidaridad, la unidad y el cuidado de la casa común.
Otro compromiso es “respetar y velar porque se respete la dignidad de la persona humana y sus derechos inalienables, comenzando por su derecho a vivir y desarrollarse íntegramente, con los cuidados indispensables de la salud”.
Finalmente se comprometieron a “ser laicos de una Iglesia en salida, que se acercan al marginado, al excluido, al necesitado; laicos que van en busca de quien se ha alejado de Dios, de quien está perdiendo la esperanza. Unidos podemos construir un futuro mejor”.
ACI Prensa
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