La destrucción masiva del ecosistema en la Amazonía es precisamente una preocupación a la que el Papa busca darle soluciones inmediatas, ya sea con su mensaje en la encíclica Laudato Si’ o con el encuentro con los pueblos indígenas en Perú.
Venezuela es el 2% de la Amazonía y en comparación el 63% que posee Brasil los problemas parecerían menores, pero en el país también hay depredación, explotación y conflictos entre bandas que generan masacres y destrucción ecológica para este pulmón natural.
Monseñor Divasson, obispo emérito de Puerto Ayacucho y con más de 20 años en la pastoral social del estado Amazonas, asegura que estas prácticas innaturales condicionan el bienestar de los pueblos indígenas. “Si cada proyecto que se ejecuta en esa zona tuviera la opinión sabia de sus habitantes naturales no habría tal ecocidio, pero nadie toma en cuenta a los pueblos indígenas cuando se trata de la maximilización de riqueza”.
Señala que es una problemática que une a toda la Amazonía porque realmente está en un constante peligro ante tanta codicia por parte de gobiernos y compañías explotadoras. “En Venezuela sabemos todo lo que significa la minería, esté adentro o afuera del Arco Minero. Esto es algo que se repite en el 100% de la Amazonía con grandes perjuicios para las próximas generaciones, que heredarán un planeta cada vez menos habitable”, advirtió el Obispo.
Mensaje del papa Francisco a Venezuela
El envenenamiento de los ríos y lagos por químicos o el desplazamiento de los indígenas a zonas menos habitables forma parte de la constante destrucción del ecosistema de la gran Amazonía, razón por la cual el papa Francisco decidió mantener una reunión con los pueblos indígenas y con representantes de la Red Eclesial PanAmazónica (REPAM), durante su visita al Perú en enero de 2018.
“El Papa habló para toda la Amazonía y para todos los pueblos indígenas, y les rogó que tuvieran fe y fuerza para seguir luchando por condiciones de vida más humanas. A la Iglesia católica, incluyendo a la venezolana le pidió hacer una conversión ecológica, es decir, tener en cuenta al ambiente, a los pobladores, al mundo entero y a las próximas generaciones”, afirma Mons. Divasson que asistió al encuentro en representación de Venezuela.
Isaic Calderón| Reporte Católico Laico