El Papa Juan Pablo II, hizo la siguiente definición de Pecado social: “Es social todo pecado cometido contra los derechos de la persona humana, comenzando por el derecho a la vida, o contra la integridad física de alguno… La Iglesia… sabe y proclama que estos casos de pecado social son el fruto, la acumulación y la concentración de muchos pecados personales”.
En Marzo de 2008, la Santa Sede publicó una lista de “Pecados Sociales”, para llamar la atención hacia comportamientos de la globalidad que ya estábamos aceptando como “normales”, sin hacer mucho por producir un cambio. Realmente no hay nuevos pecados, ni religiosos ni sociales, de los que ya había, sino que se ha descorrido la cortina que tapaba una realidad ya existente.
La lista de “pecados sociales” es la siguiente:
1.- Las violaciones bioéticas, como la anticoncepción.
2.- Los experimentos moralmente dudosos, como la investigación en células madre.
3.- La drogadicción.
4.- Contaminar el medio ambiente.
5.- Contribuir a ampliar la brecha entre los ricos y los pobres.
6.- La riqueza excesiva.
- -Generar pobreza.
En la Encíclica Reconciliación y Penitencia nos han enseñado a los católicos que algunos pecados, en particular, constituyen por su objeto mismo, una agresión directa al prójimo. Estos pecados se califican como pecados sociales. “Así se considera como social todo pecado cometido contra la justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la persona y la comunidad, y entre la comunidad y la persona”.
Es social todo pecado contra los derechos de la persona humana, comenzando por el derecho a la vida, incluido el del no-nacido, o contra la integridad física de alguien; todo pecado contra la libertad de los demás, especialmente contra la libertad de creer en Dios y adorarlo; todo pecado contra la dignidad y el honor del prójimo.
Es social todo pecado contra el bien común y contra sus exigencias, en toda la amplia esfera de los derechos y deberes de los ciudadanos. En fin, es social el pecado que se refiere a las relaciones entre las distintas comunidades humanas.
Pecados Sociales son aquellos cuya comisión va en contra de la Justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la persona y la comunidad, y entre la comunidad y la persona. También son determinados situaciones o comportamientos colectivos de grupos sociales más o menos amplios, o hasta de enteras naciones y bloques de naciones, pero las verdaderas responsabilidades son de las personas.
Pecados religiosos son los que producen una ofensa a Dios, al prójimo o a uno mismo, sea de forma individual o colectiva que también se convierte en trasgresión a las leyes humanas. Se clasifican en función de la importancia, en veniales, mortales y de excomunión. También las faltas contra las leyes humanas tienen sus grados de clasificación y sus castigos correspondientes de multas, cárcel o cadenas perpetuas, según la importancia y las consecuencias que conlleven.
Los “nuevos” siete pecados capitales
Los llamados siete pecados capitales (lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia, soberbia) no son los únicos pecados conocidos. Se les llama así porque estos pecados se oponen a siete virtudes, por ejemplo, la soberbia se opone a la humildad.
La manipulación genética
Benedicto XVI ya se había pronunciado sobre la manipulación genética: “Hoy parecemos ser testigos de una especie de antigénesis, un contraplan, una soberbia diabólica que se propone eliminar la familia. Hay intención de reinventar la humanidad, de modificar la misma gramática de la vida, como fue planificada y deseada por Dios”, dijo el pontífice. Este es un pecado contra el creador y el prójimo, encaja contra el primer mandamiento y es una burla de la obra creadora de Dios, además, puede implicar codicia.
Experimentos en las personas o realizar experimentos dudosos
Además de los experimentos tradicionales tenemos otros como la clonación. Los nazis realizaron experimentos en humanos a gran escala durante la Segunda Guerra, pero ahora se siguen realizando, por ejemplo, causó escándalo un experimento que se realizó en Estados Unidos en pacientes con retardo mental. Este pecado reviste características parecidas al pecado citado en el párrafo anterior.
La contaminación ambiental
El medio ambiente es una preocupación constante del Papa. Es un pecado contra el creador, el prójimo y contra la creación, encaja contra el primer mandamiento, además, puede revestir codicia y contravenir el mandamiento de no robar.
Consumir o traficar drogas
A la vez que es un delito que contraviene las leyes humanas, es un pecado contra la salud, la vida y la dignidad del hombre, también, contra el prójimo, mediante el escándalo, y hasta contra el medio ambiente, arrastra a otros pecados, como la violencia o la ira, el robo y el asesinato.
Acumular excesivas riquezas
En este rubro están los grandes ricos, pero sobre todo aquellos que en su avaricia son incapaces de compartir su riqueza con los necesitados según sus posibilidades, así, un obrero que da un peso puede resultar más generoso que un gran rico que da mil dólares para una obra de caridad.
En este pecado existe un elemento relativo, que es el apego a la riqueza. Entonces podría ser que un pobre tenga mucho más apego a una camisa que el apego que puede tener un rico a una casa. Este es un pecado de avaricia, contra la caridad y el prójimo.
Provocar injusticia, pobreza y desigualdades sociales
En esta categoría están sobre todo quienes tienen autoridad y riqueza, los gobernantes que dan disposiciones que favorecen a unos pocos y marginan a los necesitados.
Este puede ser un pecado colectivo. Un ejemplo nos lo da la Escritura cuando habla de una ciudad, Sodoma, y sobre su indolencia: “Este fue el pecado de tu hermana Sodoma: ella y sus aldeas se sentían orgullosas de tener abundancia de alimentos y de gozar de comodidad, pero nunca ayudaron al pobre y al necesitado” (Ez. 16:49).
Igual que el anterior, es un pecado contra la caridad y el prójimo, pero también puede ser un pecado de avaricia y mentira, haciendo creer que se es caritativo o justo, cuando en realidad se sabe que se originará pobreza o injusticia, y a su lado están los cómplices, incluyendo la prensa mentirosa y manipuladora, que aplaude a los gobernantes mentirosos e injustos y calla o encubre los abusos.
Diario Católico