Dos temas actuales

65
Mons. Fernando Castro Aguayo, obispo de la Diócesis de Margarita

 “Pero unos pocos hacen mucho mal a muchos.”

Se anunció un bono para las embarazadas. Es muy dudosa la bondad de esa medida. La ayuda no puede ser sólo en dinero. Un niño necesita estabilidad: en la alimentación, salud, vivienda, capacidad de trabajar y un sinfín de cosas. Un niño es una bendición de Dios. Estimular embarazos sin familia y sin madurez es un flaco amor a la patria y un gran daño para los niños.

¡Que contradicción! En el evento de El Junquito ajusticiaron a una mujer con siete meses de embarazo. Los que contemplaron el ensañamiento están indignados. Se intentó negociación y no se logró sino “la neutralización de todos”, incluyendo la embarazada, su hijo nonato y otra de pocos años.

Divina Pastora: todo un acontecimiento. El obispo celebrante hizo un llamado a los jóvenes para que se queden en su país, e Insistió en que se fueran los responsables de tantos males que sufrimos. Llamó “peste” a la corrupción. La corrupción es espantosa y la peste es “un mal olor que acompaña a muchas acciones administrativas y burocráticas”. La experiencia habla en tantas alcabalas, en tantos emprendimientos frustrados, en tantas trabas para organizar los servicios, en tanta escasez, en fin…

Por otro lado, acusar a los obispos de “odio e intolerancia” es realmente tener una imaginación desbocada, los obispos acogemos a las personas con misericordia, comprensión y perdón. A esto acompaña la “denuncia profética”: saber decir y orientar lo que sucede a la luz de la Palabra de Dios. Nos toca dar esperanza en Dios y en las capacidades humanas para promover nuestras comunidades.

Por eso, celebro a Mons. Antonio López y a Mons. Basabe. Hombres de profunda fe en Jesucristo y gran amor a su pueblo. Devotos de la Virgen y sufrientes pastores con sus ovejas. Mucha gente tiene miedo de hablar, de manifestarse. La resignación es mala conseja, el miedo es paralizante.

No le deseo mal a nadie. Pero unos pocos hacen mucho mal a muchos. Y se deben desenmascarar las patrañas y enredos que hacen que el árbol no deje ver el bosque.

Mons. Fernando Castro Aguayo, obispo de la Diócesis de Margarita

fcastroa@gmail.com