“Los educadores no éramos millonarios, pero vivíamos felices”

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Los educadores no éramos millonarios, pero vivíamos felices

Realizaron un paro nacional de 72 horas pero el gobierno de Maduro se niega a escucharlos; por el contrario, los acosan laboralmente, amenazan y persiguen. “De seguir en esta precariedad no descartamos el paro general indefinido”, dicen los dirigentes gremiales.

Leidys Moreno recibió su primer pago como docente hace 15 años. El dinero le alcanzó para llevar comida suficiente a su familia y con el ahorro pudo pintar la vivienda, comprar ropa, calzado y juguetes para sus dos hijos. “En esa ocasión tuvimos navidades y un fin de año verdaderamente felices pero esta vez con los aguinaldos solo compraremos la comida de una semana”. La profesora Moreno asistió el jueves 14 de noviembre a una protesta que se cumplió en la avenida intercomunal Guarenas Guatire, como parte del cierre del paro de 72 horas, que los docentes cumplieron desde el martes 12 en toda Venezuela.

Dorkys Morales también concurrió al llamado de los gremios educativos y contó para Aleteia, que tienen varias navidades restringidas. “Antes no éramos millonarios pero podíamos vivir. En esta fecha ya nos estábamos preparando para las navidades, comprando los insumos para las hallacas, pintando nuestras casas y todo lo que significa prepararse para el fin de año. Todo era alegría. Ahora todo es una tristeza”, aseguró en la protesta.

Testimonios como estos fueron escuchados en el marco de este paro de 72 horas. Las ocho federaciones del magisterio exigieron al gobierno de Nicolás Maduro mejoras salariales, cumplimiento de la convención colectiva en el ámbito social con el incremento de las pólizas de hospitalización, cirugía y maternidad, servicio funerario, bonos de recreación, y alimentación, entre otros. Aunque el paro alcanzó en algunas regiones hasta el 96 por ciento (caso Guarenas Guatire) del cese de actividades, el gobierno no respondió sus exigencias.

Los profesionales de la enseñanza de Caracas acudieron a la calle pese al amedrentamiento y acoso laboral ejercidos en algunas zonas educativas. Se concentraron frente al ministerio de educación, expresando duras consignas contra Aristóbulo Istúriz, un antiguo colega y dirigente gremial, pero este le remitió el caso a Maduro “para que resuelva”.

Los aguinaldos no alcanzan para nada

La petición más demandada por los docentes en la calle es devengar salarios que ronden los 500 a 600 dólares mensuales, ya que los actuales no les alcanzan para adquirir los productos de la canasta alimentaria que oscila alrededor de los 14 millones de bolívares.

Yenny Espinoza, de 43 años de edad y 12 en ejercicio, se quejó de las dificultades económicas a las que se debe someter diariamente para poder cumplir con su jornada de trabajo. “Lo poco que gano me alcanza para medio sobrevivir ante esta grave crisis económica que nos está matando de hambre”, dijo al ser consultada por Aleteia. “Me acaban de pagar la primera parte de mis aguinaldos, y lo único que pude comprar fue la comida de una semana. Con qué ánimo se trabaja, si el gobierno se hace el sordo y no hace nada para resolver la situación de los educadores y de los venezolanos. Esto no es justo”.

La creatividad de los docentes quedó evidenciada en las protestas pese a la crisis que los agobia. “No quiero show, ni comiquitas, lo que quiero es que me paguen mi platica”, fue una de las consignas que más se escuchó en el área metropolitana de Caracas y en el interior del país. Se trata de un reclamo a las permanentes burlas del gobierno de Maduro.

 La infraestructura escolar está colapsada

La profesora Mayra Chacón, con 23 años de servicio, hizo serias críticas al desmejoramiento en la calidad de la enseñanza en la actualidad. Señaló que muchos centros de enseñanza no gozan de personal calificado para impartir las asignaturas fundamentales para el desarrollo del conocimiento de los educandos. Comentó que las especialidades se imparten en cuatro meses, cuando verdaderamente se deben adiestrar en dos años.

Dijo que no se toma en cuenta la meritocracia por años de servicio, ni los estudios de postgrado de los docentes a la hora de percibir su salario, situación que los desmotiva a continuar impartiendo clases. “Los bajos salarios y las malas condiciones de funcionamiento de los establecimientos impulsan al personal ausentarse de sus centros de trabajo para  buscar otras alternativas y  subsistir económicamente”, aseguró para Aleteia.

Confesó que como es docente de artes plásticas, se enfrenta a la vida realizando trabajos de reciclaje transformando carteras, bolsos, al igual que restaura y pinta imágenes religiosas. Dijo que a pesar de las circunstancias difíciles, se niega a abandonar las aulas de clase. “No quiero dejar la educación porque es mi pasión”, dijo la educadora.

Padres y representantes apoyaron a los educadores

El presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), profesor Orlando Alzuru manifestó a Aleteia su satisfacción por la colaboración que recibieron de los padres y representantes al no enviar a sus hijos a las aulas de clase. “Entendieron la crisis por la cual está atravesando el sistema educativo y los profesionales del ramo que no sólo luchan por sus reivindicaciones socio económicas, sino por la excelencia en la enseñanza”, dijo.

Igualmente consideró que a pesar de las artimañas utilizadas por activistas del régimen de “suspender o despedir a los profesionales del magisterio en sus cargos, el paro fue un éxito”. Finalmente, anunció que están analizando detenidamente el desarrollo de lo que  fue el paro de 72 horas, y en el transcurso de la semana anunciaran las nuevas acciones para continuar en defensa de la contratación colectiva y la seguridad social de sus agremiados.

Ramón Antonio Pérez/Aleteia Venezuela