El presidente de Estados Unidos Donald Trump emitió una proclamación el 29 de diciembre en honor al 850 aniversario del martirio del arzobispo, erudito y estadista inglés Santo Tomás Becket como “un león de la libertad religiosa”.
Trump dijo que “invita al pueblo de Estados Unidos a observar el día en escuelas e iglesias y lugares habituales de reunión con ceremonias apropiadas en conmemoración de la vida y el legado de Tomás Becket”.
“Antes de que se redactara la Carta Magna, antes de que el derecho al libre ejercicio de la religión fuera consagrado como la primera libertad de Estados Unidos en nuestra gloriosa Constitución, Tomás dio su vida para que, como dijo, ‘la Iglesia alcance la libertad y la paz’”
El presidente de Estados Unidos luego describió la heroica historia del arzobispo Santo Tomás Becket , quien “se convirtió en el líder de la Iglesia en Inglaterra”.
La historia de Santo Tomás Becket
El rey Enrique II nombró al sacerdote amigo y archidiácono Tomás Becket como Lord Canciller de Inglaterra. Becket renunció más tarde después de convertirse en arzobispo, y el rey Enrique intentó usurpar la Iglesia e implementar el control del gobierno a través de las Constituciones de Clarendon.
Becket se negó a firmar el documento, enfureciendo al rey Enrique.
El arzobispo Becket respondió: “Dios es el gobernante supremo, por encima de los reyes” y “debemos obedecer a Dios antes que a los hombres”.
Dado que Becket no obedeció las órdenes del rey Enrique, “se vio obligado a perder su propiedad y huir de su país”.
Años después, el Papa intervino y le permitió regresar a Inglaterra. Sin embargo, Becket continuó rechazando las órdenes religiosas del estado.
El rey Enrique dijo: “¿Nadie me librará de este sacerdote entrometido?”
Los caballeros del rey luego cabalgaron hasta la catedral de Canterbury con un ultimátum: obedecer las órdenes del rey o morir. St. Thomas Becket eligió este último.
El 29 de diciembre de 1170, Santo Tomás Becket dijo esto a su muerte en la Catedral de Canterbury después de rezar las Vísperas: “Por el nombre de Jesús y la protección de la Iglesia, estoy listo para abrazar la muerte”.
El Papa Alejandro III canonizó a Santo Tomás Becket apenas dos años después de su muerte.
Esto es lo que dijo el presidente de Estados Unidos sobre el martirio de Santo Tomás Becket
“ El martirio de Tomás Becket cambió el curso de la historia. Eventualmente provocó numerosas limitaciones constitucionales al poder del estado sobre la Iglesia en todo Occidente.
“En Inglaterra, el asesinato de Becket llevó a la declaración de la Carta Magna 45 años después de que:” [L] a iglesia inglesa será libre, y sus derechos no disminuirán y sus libertades intactas “.
“Cuando el arzobispo se negó a permitir que el rey interfiriera en los asuntos de la Iglesia, Tomás Becket se paró en la intersección de la Iglesia y el Estado.
“Esa posición, después de siglos de opresión religiosa patrocinada por el Estado y guerras religiosas en toda Europa, finalmente condujo al establecimiento de la libertad religiosa en el Nuevo Mundo”.
“ La muerte de Tomás Becket sirve como un recordatorio poderoso y atemporal para todos (…) de que nuestra libertad de la persecución religiosa no es un mero lujo o accidente de la historia, sino más bien un elemento esencial de nuestra libertad. Es nuestro tesoro y herencia invaluables. Y fue comprado con sangre de mártires”.
“Oramos por los creyentes religiosos en todas partes que sufren persecución por su fe. Oramos especialmente por sus pastores valientes e inspiradores, como el cardenal Joseph Zen de Hong Kong y el pastor Wang Yi de Chengdu , que son testigos incansables de la esperanza.
“Para honrar la memoria de Tomás Becket, los crímenes contra las personas de fe deben cesar, los presos de conciencia deben ser liberados, las leyes que restringen la libertad de religión y creencias deben ser derogadas y los vulnerables, indefensos y oprimidos deben ser protegidos.
“No se debe permitir que la tiranía y el asesinato que conmovieron la conciencia de la Edad Media nunca vuelvan a ocurrir. Mientras Estados Unidos se mantenga firme, siempre defenderemos la libertad religiosa.
“Una sociedad sin religión no puede prosperar. Una nación sin fe no puede perdurar, porque la justicia, la bondad y la paz no pueden prevalecer sin la gracia de Dios “.
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