El presbítero Juan Bautista Castro y la Eucaristía

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Monseñor Juan Bautista Castro - Pintura del Palacio Arzobispal de Caracas

En la historia eclesiástica de Venezuela hubo muchos sacerdotes que se distinguieron por su amor a la Eucaristía, piedad y celo pastoral, entre ellos el presbítero Juan Bautista Castro quien promovió el culto y adoración a Jesús Sacramentado y la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento.

El padre Castro nació en Caracas el 19 de octubre de 1846, estudió en el Seminario Santa Rosa de Lima de Caracas y fue ordenado sacerdote el 25 de diciembre de 1870 en Barcelona, estado Anzoátegui por Monseñor Silvestre Guevara y Lira, arzobispo de Caracas, cuando el prelado iba a realizar su viaje al destierro en la isla de Trinidad impuesto por Antonio Guzmán Blanco.

Su ministerio sacerdotal lo ejercicio en La Guaira, La Victoria, Maiquetía y Caracas. En la capital de Venezuela fue Rector de la Escuela Episcopal como alternativa para la formación de los futuros sacerdotes ante el cierre de los seminarios por el presidente Guzmán Blanco. Fue el cofundador del diario “La Religión” el cual  se convertiría en el decano de la prensa nacional.

Por su amor a la Eucaristía estableció en Caracas la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento en 1882, comenzando en la Iglesia de Las Mercedes y al año siguiente tuvo que ser trasladada a Santa Capilla que fue construida para ser Santuario Eucarístico.

En 1885 es nombrado Rector de Santa Capilla y Director de la Adoración Perpetua. Luego, en el año 1896, fundó la Congregación de las Siervas del Santísimo Sacramento teniendo como carisma el culto y adoración a Jesús en la Eucaristía.

El Papa Pío San Pío X lo eligió Arzobispo Coadjutor de Caracas el 28 de octubre de 1903 y el 6 de enero del año 1904 recibió la consagración episcopal en Roma. A la muerte de Monseñor Críspulo Uzcátegui, acaecida el 31 de mayo de ese año, asume como el octavo arzobispo de Caracas realizando también una gran labor pastoral entre ellas convocó el primer Congreso Eucarístico en Venezuela que se realizó en Caracas a finales de diciembre de 1907.

Monseñor Juan Bautista Castro fue también amigo y director espiritual del Beato José Gregorio Hernández Cisneros y falleció en Caracas el 7 de agosto de 1915

La Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento

Debido a los difíciles acontecimientos que tuvo que vivir Venezuela durante el siglo XIX a causa de las guerras de independencia y federal, las revoluciones civiles, y el anticlericalismo de Antonio Guzmán Blanco durante su gobierno, el Padre Castro motivado por su amor a la Eucaristía promovió la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento como respuesta y fortalecimiento de la fe ante las dificultades.

Para lograr la consagración se formó una junta nacional presidida por el  doctor Francisco Izquierdo Martín quien presentó la propuesta a los Obispos de Venezuela la cual fue aprobada por unanimidad y el domingo 2 de julio de 1899 se realizó la ceremonia con solemnidad en la Catedral de Caracas, presidida por Monseñor Críspulo Uzcátegui quien leyó ante el Santísimo el Acto u Oración de Consagración compuesta por el mismo padre Juan Bautista Castro.

Importancia de la Consagración al Santísimo Sacramento

La Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramente es de gran importancia porque nuestra patria le pertenece a la Eucaristía por ser el sacramento por excelencia donde está real y verdaderamente presente Jesucristo en el pan y vino consagrados por el sacerdote durante la celebración eucarística.

Por tales motivos el estar consagrado a Jesús Sacramentado significa que reconocemos a Cristo como Dios, Rey y Señor y está por encima de todo y por lo tanto es el único a quien ponemos y entregamos nuestras vidas y destinos y es lo que menciona en el Acto de Consagración cuando dice: “Tú eres nuestro Dios, y no tendremos otro alguno delante de ti, en tus manos ponemos nuestra suerte y con ella los destinos de nuestra patria”.

En la misma oración se pide a Jesucristo que la Eucaristía reine en toda Venezuela  por ser la nación perteneciente al Santísimo Sacramento: “Levanta bien alto tu trono en nuestra República, a fin de que en ella te veas glorificado por singular manera y sea honra nuestra, de distinción inapreciable, el llamarnos la República del Santísimo Sacramento.

El amor a la Eucaristía

Que la celebración de los 125 años de la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento sea motivo para conocer y amar a la Eucaristía, sacramento en que Cristo se quedó hasta el fin de los tiempos para acompañarnos y darse como alimento espiritual. Por lo tanto la doctrina de la Iglesia Católica sobre la Eucaristía es muy hermosa por la que estamos invitados a leer para formarnos y valorar la grandeza del sacramento que es “la fuente y culmen de la vida cristiana” como lo señaló el Concilio Vaticano II en Constitución Dogmática sobre la Iglesia.

El amor a la Eucaristía es también el llamado a la conversión y a la fidelidad a Dios y a la Iglesia. Por tal motivo  debemos tener  en cuenta que el mismo Jesús presente en la Eucaristía es el mismo quien predicó el Evangelio, fundó la Iglesia Católica y redimió a la humanidad del pecado por su Pasión Muerte y Resurrección y nos invita aceptar su plan de amor y salvación.

Venezuela es la República del Santísimo Sacramento, por lo tanto.es con el amor a Dios presente en la Eucaristía y con la práctica de los valores cristianos se construye un país por caminos de justicia, paz y progreso cristiano.

Nota: Los datos biográficos en lo referente a la vida de Monseñor Juan Bautista Castro fueron tomados del libro “El Arzobispo Castro A La Sombra Refrigerante de la Divina Eucaristía” del presbítero Ramón Vinke.

El Guardián Católico

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