Venezuela va a una migración pendular

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Elvy Monzant, director ejecutivo de la red Clamor

El director ejecutivo de la red Clamor del Celam habla de los desafíos de la migración latinoamericana

El laico venezolano, Elvy Monzant, conversó en exclusiva sobre las diferentes dimensiones de la migración en el continente y el desafío que significa para la iglesia la búsqueda de formas de atención que puedan sensibilizar a todas las comunidades sobre un fenómeno que se evidencia en los dramas sociales de América Latina.

Monzant es director ejecutivo de la red Clamor, la cual en sus propias palabras “es una instancia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), que articula, desde la espiritualidad de comunión, obras de la iglesia latinoamericana que trabajan con migrantes, refugiados y víctimas de trata”.  Con esta red se pretende establecer “un espacio de encuentro para ayudar a servir mejor a Cristo presente en los migrantes”.

La red Clamor es una iniciativa integrada por los departamentos de movilidad humana de los episcopados y por las secciones de migrantes adscritas a Cáritas, por lo que en ella hacen vida centenares de obras que son administradas por las diócesis, congregaciones religiosas y redes de voluntariados en más de una veintena de países.

Elvy Monzant ha servido a la iglesia en diferentes responsabilidades, como miembro directivo de Cáritas de Venezuela y recientemente como director del Departamento de Justicia y Solidaridad del Celam, por lo que es una voz referente en materia social y sobre todo en la praxis de la enseñanza de la Doctrina Social de la Iglesia.

Unos de los primeros pasos de la Red Clamor, la cual es presidida por el arzobispo de Yucatán (México), Mons. Gustavo Rodríguez, es la creación de un mapeo de todas las iniciativas en materia de migrantes que se encuentran en América Latina.

El informe permite ver, país por país; ciudad por ciudad; dónde están las obras que tiene la iglesia, y qué tipo de servicio prestan”, contabilizando más de 625 obras al servicio de los millones de latinoamericanos que se mueven entre las fronteras.

El mapeo busca primero que el migrante pueda tener acceso a la información y así tener un proceso de traslado seguro. Cuando éste “llegue a determinado lugar, pueda ver (a través de una aplicación y un sitio web, e incluso un documento impreso) cómo llegar a una parroquia y le indiquen a dónde puede ir para que le den hospedaje, para asesoría legal, para ir por comida o un consultorio médico”. Muchas veces los migrantes son engañados, “les cobran de más y hasta le hacen tráfico, la idea es acompañarlo en su proceso, atenderlo y que sea un proceso más seguro” precisó Monzant.

La red Clamor busca articular mejor los esfuerzos y que los miembros de la propia iglesia sepan dónde están todas las ayudas y así puedan orientar a los migrantes que reciben, informando no solo a éstos sino a los pares en otras fronteras. Por lo que próximamente el mapa estará disponible en diferentes versiones.

La migración pendular en Venezuela

El tema migración se encuentra en la agenda pública de la discusión venezolana, y según cifras de la ONU es el principal flujo migratorio del continente y el segundo más grande en el mundo después de Siria, por lo que el entrevistado fue consultado sobre el proceso de regreso de los migrantes venezolanos en tiempos de pandemia.

La situación de los migrantes que regresan a Venezuela, los retornados, es un drama terrible, porque todo el trauma de ida lo están viviendo ahora de regreso. Caminar kilómetros, llegar casi a morir de frio, pasar hambre, pasar lluvia, la discriminación en casi todas las ciudades, es repetir todo lo que vivieron cuando salieron de Venezuela. Pero ahora hay un agravante, al ser estigmatizados como focos de contagio del coronavirus, hasta el punto de ser llamados por organismos oficiales como armas biológicas o terroristas, se ha profundizado los niveles de vulnerabilidad de los venezolanos” afirma Monzant.

El mismo Estado estableció límite de venezolanos que puedan ingresar y al superar ese cupo quedan por fuera miles de compatriotas que no logran pasar por su propia frontera. Lo más grave “que quiero remarcar, es que están volviendo a la misma situación que los expulsó y hasta peor”.

Huyendo de la pandemia están regresando a una Venezuela que tiene las mismas o peores condiciones que los expulsaron, por lo tanto, yo pienso que vamos a tener durante mucho tiempo una migración pendular”. 

“Cuando la pandemia vaya bajando y sigan ganando 2 dólares al mes, lo más probable es que la gente quiera salir nuevamente, sumando los niveles de frustración y de tristeza por dejar lo suyoLa propia realidad los va a volver a expulsar y por eso hablo de una migración pendular”.

La migración en la tradición de la iglesia 

Sin embargo no todos en la iglesia están de acuerdo con una acción hacia los migrantes, prelados y laicos insisten en defender políticas anti migración y cierre de fronteras ante el drama humano.

Elvy Monzant señala que hay fundamentos bíblicos teológicos muy importantes en este particular. “Dios hizo su alianza con un pueblo itinerante, no escogió a un pueblo sedentario, el pueblo de Israel tiene una clara conciencia de lo que significa ser un pueblo peregrino. El Señor hace una alianza con un pueblo migrante y le dice a Abraham: “deja tu tierra y ve a otro lugar”También todo el tema del Éxodo y del salir de Egipto, de la esclavitud y atravesar el desierto en búsqueda de una nueva tierra, los profetas denunciaron a los explotaban a los forasteros y a los que no los acogían, es decir, en todo el Antiguo Testamento hay una clarísima fundamentación sobre el tema migración”.

Jesús se identificó con los migrantes, la parábola del juicio final, en una de las preguntas dice “porque estuve forastero y me recibiste”, Jesús se identificó con los migrantes y los seguidores de Jesús tenemos que identificarnos con lo que hizo, no solo con su persona sino con su causa, y una de sus causas fue precisamente el migrante”. 

Jesús, según el laico venezolano, pone al migrante en un lugar teologal, en un lugar en el que está la presencia de Dios. No es únicamente un asunto de filantropía que la iglesia hace para ayudar a los demás, sino que está en el núcleo de la fe, como lo dice Mateo 25. Jesús toma con fuerza todo esa herencia que venía del pueblo de Israel y lo encarna en sí mismo”.  Además  “todos los documentos latinoamericanos cuando hablan del rostro suficiente de Cristo, se refieren a la situación de los migrantes”.

El trabajo con el migrante no es solo pastoral social, “el migrante tiene que ser atendido espiritualmente, sacramentalmente y también desde el punto de vista social. Por ello, la pastoral de migrante es integral no solo desde la dimensión social o política, sino viendo al migrante como persona, como sujeto, como una presencia real de Cristo y como una fuerza evangelizadora. No es un objeto pasivo receptor de limosna” precisa.

Otras iniciativas de la red Clamor 

La red Clamor también promueve espacios formativos, diplomados, material para las Jornadas de Migrantes y del Refugiado, con sus respectivos subsidios litúrgicos. La traducción didáctica y latinoamericana de los mensajes del Papa Francisco, en un trabajo continuo y permanente. Monzant señala que muchos desconocen que la Jornada Mundial del Migrante es la más antigua en la historia de la iglesia, iniciada en 1914 por el Papa Pío X, sin embargo, fue de carácter universal decretada en 1952, por el Papa Pío XII.

Clamor busca tener una incidencia política, como institución, “hemos estado en Nueva York en la sede de Naciones Unidas, en Ginebra. El año pasado participamos en los Pactos Globales de Migración y Pacto Mundial sobre Refugio, y así llevar una sola posición como iglesia. Participamos en los eventos internacionales que organiza Acnur y buscamos a expertos de todo América Latina para presentar un documento de alto nivel. Para tener una mayor incidencia política, tenemos que estar, unidos somos más fuertes” dijo Monzant.

Rixio G Portillo – @Rixiogpr

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