El Papa Francisco dijo el sábado que planeaba vacunarse contra el COVID-19 la próxima semana e instó a todos a vacunarse, para proteger no solo sus propias vidas sino la de los demás.
“Creo que éticamente todo el mundo debería vacunarse”, dijo el Papa en una entrevista con el canal de televisión Canale 5. “Es una elección ética porque estás jugando con tu salud, con tu vida, pero también estás jugando con las vidas de otros.”
La Ciudad del Vaticano, el condado independiente más pequeño del mundo, hogar de unas 450 personas, incluido el Papa Francisco, ha dicho que pronto lanzará su propia campaña de vacunación contra el coronavirus.
“La semana que viene”, dijo el Papa, “comenzaremos a hacerlo aquí, en el Vaticano, y yo me he reservado. Debe hacerse”.
Al papa Francisco, de 84 años, le extirparon parte de un pulmón durante una enfermedad cuando era joven en su Argentina natal, lo que lo hacía potencialmente vulnerable a la enfermedad.
La Ciudad del Vaticano dijo la semana pasada que esperaba recibir suficientes dosis de la vacuna COVID-19 en los próximos días para vacunar a todos sus residentes y trabajadores que viven más allá de sus muros en Roma.
Como parte de su plan de vacunación, el Vaticano dijo que había comprado un refrigerador ultrafrío para almacenar dosis, sugiriendo que usará la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, que debe almacenarse a aproximadamente menos 70 grados Celsius (menos 94 Fahrenheit).
Cuando se publicaron extractos de la entrevista, el sitio web oficial de Vatican News informó que el médico personal del Papa, Fabrizio Soccorsi, había muerto por complicaciones del COVID-19.
Soccorsi, de 78 años, estaba en el hospital y estaba siendo tratado por cáncer. Había sido el médico del Papa desde 2015.
Reuters
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